El consumo de uvas en estas fechas de Navidad y Año Nuevo es una costumbre. Estas frutas son parte de un ritual o cábala para pedir deseos. Miembros de la familia las consumen por docenas, pero se debe tener cuidado con los niños del hogar, ellos enfrentan el riesgo de ahogarse si consumen las uvas enteras.
Archives of Disease in Childhood, revista médica BMJ, publicó un artículo que señala que las uvas son la tercera causa de asfixia mortal en niños menores de cinco años, después de hot dgos y caramelos. Estos alimentos no son fáciles de masticar por los niños pues no tienen sus dientes desarrollados para cumplir esta función. Además, sus vías respiratorias son pequeñas, el reflejo de deglución aún es inmaduro y se distraen constantemente.
Las dimensiones de sus vías respiratorias es el punto al que se debe prestar más atención y durante todo el año. Las uvas suelen ser más grande que las vías respiratorias del organismo de un pequeño y pueden obstruirlas con facilidad, además, son difíciles de extraer.
Si un niño enfrente un caso de asfixia, lo adultos deben practicar primeros auxilios o causar que tosa para poder expulsar el residuo. Una buena forma de evitar accidentes es dándole a los niños las uvas picadas y la vigilancia mientras la consumen.
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