Una de las principales consecuencias para la salud pública que ha dejado el primer año de pandemia por la COVID-19 es el retraso en el cumplimiento de los calendarios de inmunización. De acuerdo con cifras oficiales, en el 2020 más del 50% de niños peruanos no se vacunó contra la fiebre amarilla, una enfermedad causada por un virus que se transmite por la picadura de mosquitos.
Raúl Urquizo, pediatra neonatólogo explica que este virus está presente en países de Suramérica, como Perú, en Centroamérica y en África. Se debe vacunar a todas las personas entre los nueve meses y los 59 años de edad, que vivan o viajen a zonas donde haya riesgo de contraer la infección.
El especialista añade que, al trasladarse a esas regiones, es importante estar al tanto de la información epidemiológica del lugar de destino y de la evolución de la enfermedad para vacunarse 10 días antes del viaje.
Causas y Tratamiento
“Sus síntomas son pigmentación amarilla en la piel y ojos, dolores musculares y fiebre, y, si no se trata a tiempo, puede provocar la muerte del paciente. Además, cualquier persona está propensa a infectarse con el virus, pero los adultos mayores corren el mayor riesgo de desarrollar la forma grave”, agrega.
El ex Decano del Colegio Médico de Lima, indica que no existe un tratamiento específico para la fiebre amarilla, solo se controlan los síntomas y las complicaciones, como fiebre, deshidratación, pérdida de apetito, náuseas o vómitos, insuficiencia hepática y renal y, en muchos casos, se requiere la hospitalización del paciente, para mejorar sus posibilidades de recuperación.
El diagnóstico de la fiebre amarilla es difícil, sobre todo en las fases tempranas de evolución. A veces, puede confundirse con el paludismo grave, el dengue hemorrágico o la hepatitis viral, además de otras fiebres hemorrágicas, como el virus Zika.
SEPA QUE
-En el Perú, los lugares donde existe mayor riesgo de que se produzca la enfermedad son Ucayali, San Martín, Junín, Pasco, Madre de Dios, Huánuco, Cajamarca, Amazonas, Iquitos, Puno y Cusco.
-La fiebre amarilla se administra en una sola dosis, pero se aconseja una más de refuerzo cada 10 años.