El Real Madrid se mantiene firme en lo más alto de LaLiga tras un ajustado triunfo (0-1) ante el Getafe, en un partido lleno de tensión que se resolvió recién en los minutos finales gracias a la genialidad de Kylian Mbappé. El francés volvió a ser decisivo en un duelo que se complicó más de la cuenta para el cuadro de Xabi Alonso, que chocó contra un rival ordenado, intenso y con una defensa casi impenetrable.
Desde el pitazo inicial, el conjunto blanco dominó la posesión, pero se encontró con un Getafe férreo y disciplinado. El bloque defensivo de Bordalás se cerró bien y apenas dejó espacios. El “coliseo azulón” fue una trampa para el Madrid, que no encontraba claridad en los últimos metros. Todo parecía encaminado al empate hasta que Nyom, recién ingresado, perdió la cabeza y fue expulsado por una agresión sin balón sobre Vinícius Júnior.
Apenas segundos después de la roja, Kylian Mbappé apareció para romper la resistencia local. Recibió un pase de Arda Güler, definió en dos tiempos y, tras un rebote en el palo, empujó el balón al fondo del arco. Fue el tanto del desahogo, el que aseguró tres puntos de oro para el Real Madrid, que mantiene la cima del torneo con una actuación más de carácter que de brillo.
El técnico merengue apostó por algunas variantes de inicio: Vinícius arrancó en el banco para darle lugar a Rodrygo, mientras que Bellingham regresó al once titular. Sin embargo, las ideas no fluyeron. El equipo se atascó, careció de profundidad y recién con el ingreso de los suplentes encontró aire. Las apariciones de Vinícius y Güler refrescaron el ataque y fueron clave en el tramo final del encuentro.
El plan de Bordalás se cumplió casi a la perfección: aguantar, desgastar y aprovechar alguna pelota parada. Pero la expulsión de Nyom rompió el equilibrio y dejó sin chances a los azulones. El desgaste fue evidente, y con un jugador menos, la presión del Madrid se hizo insoportable. Courtois, sobre el final, tuvo que intervenir con una gran atajada para mantener la ventaja y evitar un susto innecesario.
Con este resultado, el Real Madrid suma tres puntos vitales que le permiten seguir en la cima de LaLiga, demostrando que, incluso cuando el fútbol no fluye, el carácter y la jerarquía individual pesan. Mbappé, con su sello de crack, volvió a ser la figura que marcó la diferencia en un duelo donde la paciencia fue tan importante como el talento.
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