Mi gente de ‘La fe de Cuto’, estrenamos la segunda parte de la entrevista de Franco Navarro. Esta entrega está más picante que la anterior. Mi ‘couch’, como lo llamo cariñosamente, nos cuenta secretos de los clubes que dirigió y más.
Además, recuerda las ‘diabluras’ de Jean Deza cuando fue su entrenador y la vez que el ‘Loco’ estuvo preso. Finalmente recuerda su paso por clubes como Boys, César Vallejo, Juan Aurich, UTC y más.
Luego te vas al Boys
Después del 2004, al Boys, me llama el Cholo Salazar y la gente del Boys que estaban peleando el descenso. Llegamos y llamé a mi hermano, que esta en Estados Unidos, Leo Rojas. Fui y ahí conozco al Loco Bressan, el había venido con Sampaoli y su cuerpo técnico, por alguna razón el Loquito quedó afuera, yo llegaba y necesitaba a un preparador físico, ahí es donde el Cabezón Carmona, Jean Ferrari, que lo conocían; me lo recomendaron. Tenía como 32 años y desde ahí hemos estado 13 años juntos, jamás una discusión, un problema, súper profesional, genio. Fue rarísimo porque sacamos al equipo del problema, terminó el año 2004, salvado del descenso, armamos la banda para el 2005 y empezamos, el equipo iba bastante bien, pero hubo una pausa en el campeonato, hubo tres o cuatro días de permiso y coincidía con las vacaciones de mis hijos, ellos se iban para Miami unos días y los acompañé unos 4 días. Fui y habíamos dejado todo y al día siguiente me llama el Loco Bressan y me dice ‘Franco, qué pasa...’.
Jajajaja...
Me dijo que a los dirigentes alguien les había ofrecido traer un técnico gratis... interrumpí mi viaje y me vine para Lima. Ellos en el descanso habían programado un partido de práctica, amistoso, habían alterado todo. Vine y resulta que sí, les habían ofrecido tener un técnico, pagarlo por fuera, no sé cómo era el tema, yo no entendía, lo concreto es que vine y a la semana me dijeron ‘gracias por sus servicios’, ni siquiera me pagaban. El equipo andaba bien y me fui del Boys. Después a fin de año me tuvieron que pagar porque teníamos documentos firmados, fue rarísimo, pero fue intenso el momento.
¡Qué buena!
El primer partido, con Gustavo Vassallo nos reímos, porque hicimos algunos cambios y Vassallo justo venía de España o de Italia de la segunda o tercera y lo pongo un partido, me tiraron una silla desde la tribuna, pero después Gustavito con su personalidad y habilidad se ganó el cariño de la gente, después se fue a Cristal pero fue intensa la experiencia que tuvimos ahí con Boys, fue linda.
En 2005 te vas a César Vallejo
Ese año 2004 y 2005, el descenso se definía por porcentaje, por promedio. Vallejo había subido con Juan Caballero, jugó el 2004 y gran parte de 2005, en la lona. El ingeniero Acuña me viene a buscar y yo le digo ‘ese equipo ya está definido, faltan 11 partidos, tienes que ganar mínimo 8 para llegar al porcentaje. Le dije no, ingeniero’. Pero el ingeniero me ganó el corazón. A parte no quería arriesgar toda mi carrera, ese equipo tenía año y medio junto y me dijo ‘Franco, pero vas a ganar un amigo, juguemos esa pequeña luz de esperanza’. Me lo dijo con esa tranquilidad, naturalidad y sinceridad y dije ya, fui. El equipo no dio y se fue al descenso, pero sobre el camino se fortalecieron, fueron aprendiendo, tal es así que siguen y es uno de los mejores equipos hasta ahora. Terminó y el ingeniero ya quería, antes de fin de año, quería botarlos, pero le dije que ya se había comprometido, tenía que cumplir como corresponde a un dirigente serio que tiene programado tales cosas, usted no le puede fallar a la gente, le dije, y así fue. Terminó el año y se prepararon para jugar la segunda.
Te llamaron a la selección peruana...
En el 2006, me llaman de la federación y me ofrecen dirigir la selección para una serie de partidos amistosos, creo que eran 6 o 7 partidos durante el año. Según lo que pasaba, dirigíamos la Copa América el siguiente año. Asumí ese compromiso y jugamos, primero jugamos con Panamá acá, después nos tocó ir a Chile, perdimos, luego a Nueva York, empatamos 1-1. Nos tocó jugar con Trinidad y Tobago y empatamos 1-1 y la revancha con Panamá, allá, que le ganamos 1-0 con gol de Piero Alva, lo iba cambiar y me dijo ‘no profe, déjeme ahí nomás’, lo dejé e hizo gol y ganamos. Ese fue el año de experiencia que no vale la pena tocarlas, fue un año importante.
Luego vuelves a dirigir Cienciano y tienes a tu hijo, Roberto Guizasola
Porque el otro se fugó... (Guillermo Guizasola)
¿Cómo que se fugó?
El mejor es Guillermo...
¿Estás seguro?
Ya, empate.
¿Cómo fue esa etapa?
Después de la selección, 2007, me voy para Cusco con Cienciano y clasificamos para la Copa Libertadores, clasificamos a la fase de grupos. Terminaba el campeonato y había que renovar, había renovado de palabra con Juvenal Silva. Ya estaba todo, faltaba un partido, jugamos con Boys en Cusco y Boys es una piedra en el zapato. Ganamos el partido, entramos al vestuario felices, no sé qué pasó, había discutido con alguno y al ratito viene Juvenal y me dijo ‘Cholito, papito, por qué tu equipo es un desastre’, no sabes todo lo que le dije... Me tuve que ir nomás, caballero.
¿Cómo te convenció Oviedo para agarrar el Aurich en 2008?
Después de salir de Cienciano, llegué a Lima y no quería dirigir. El cabezón Mifflin asumió, sufría. Para esto, ya había venido Oviedo con Juan Merino, yo estaba almorzando y no les acepté a la primera. Pasó, perdieron 5 partidos seguidos y me vuelve a llamar Edwin. Ya para eso la diferencia era enorme de Minero. Vino con su regalito, con su kinkon y me explicó que había comprado el equipo, que iba asumir. Le dije que devuelva el club, que no llegaban, que los números no daban, pero acepté al final, no firmé nada. Me voy a mi casa, llamo a mis amigos y la mayoría me puteaban, que como iba aceptar eso. En la noche firmé en una servilleta, faltaban 11 fechas, que eran en dos meses. Llegué un martes y Leo no había llegado, seguía en Piura, el dije ‘si no llegas hoy a Chiclayo, te quedas allá’, apareció y con hambre, tuvimos que mandar a comprar pollo. Al día siguiente, en el entrenamiento, el vestuario era un cementerio, sucio, apestoso, mandamos a comprar todo, limpiaron y al día siguiente ya estaba limpiecito. Ahí te empiezo a conocer.
Decían las historias que a ti te gustaba pelear con los jugadores... Tú mandabas a Leo a hablar porque era un grupo grande, no querías chocar.
No nos faltaba nada, el estadio un anís. El primer partido con Cristal, empezó el partido, lleno el estadio y fue gol de Pizarrito, él hizo el primer gol y luego pone la mano Lalopu, lo hizo de nervios, penal y nos hace gol Cristal, 1-1, nos salva Carlitos Zegarra. Fuimos a Chimbote, empatamos, luego vino Alianza, jugamos un partidazo pero perdimos 3-0. Luego vino Bolo, jugaba en Lima con Cristal y luego el fin de semana nosotros íbamos a jugar con ellos. Suspendimos en entrenamiento de la tarde y nos fuimos a ver ese partido al hotel, puro gol de.
Bolo, estábamos derrotados. Fuimos a Tacna. Empezó el partido y a los 5 minutos gol de Bolo, después Carlos Zegarra la pincha y luego viene ese gol increíble de media cancha, golazo. De ahí jugamos dos partidos seguidos, con Sullana y con Boys y quedaba ir de visita a Trujillo, para jugar con Vallejo. Le ganamos a Sullana y a Boys, faltando el último partido, nosotros le habíamos sacado dos puntos a Minero. Minero juega, gana su último partido y nos pasa por un punto, nosotros ya no podíamos perder. Empatamos y el partido definitorio era en Lima, en Matute. Lo dejamos fuera a Minero, lo matamos. Estábamos concentrados, Montenegro era titular, yo un día antes había ido a un velorio un ratito y estábamos hablando con la gente del fútbol y hablamos del partido, de la final que nos tocaba jugar y yo empiezo a hablar de lo que había pasado en el entrenamiento que se había lesionado, les contó que Montenegro se había lesionado y me dicen ‘¿al general? porque se fue al descenso, es lo mejor que ha podido pasar’. Yo fui con eso en la cabeza y el colorao me dice ‘profe, ya estoy recuperado’, lo dejamos fuera de la concentración, no quería irse, pero lo dejamos afuera al colorao. Ganamos y salvamos la categoría.
En el 2010 armamos la banda para el León de Huánuco
León de Huánuco sale campeón de la Copa Perú con Leo y el Loco. Nosotros habíamos ido al partido en España con la selección de la agremiación, no se jugó y encima cerró la línea aérea que nos traía, ahí lo llevamos a Advíncula, la rompió. Solo quedó Peñita, Chaveta, Hidalgo, Dionisio, Miranda, Haruki, habían un montón, habían como 10, pero Leo había dejado como 25. Éramos 13 no más. Se incorpora en la última práctica que jugamos en Ventanilla, Rodas.
Luego te vas a la San Martín
Eso fue 2010, en 2011 me abandonas, habías renovado, lo engrieron y todo y después me dice ‘Viejo, necesito hablar contigo... me llamó Edwin, quiere que vuelva’. Tuve que generar la reunión con Issac. Fuimos y encima llevó refuerzo. Ahí hablaste con Issac y te aceptó, saliste campeón... San Martín era un equipazo, estábamos todos destartalados.
Todo el mundo se pregunta por qué Rodas no jugó la final y por qué nos pusiste a los más grande.
Fueron suspendidos dos de San Martín y dos nuestros. Para la final tenían que resolver rápido y resolvieron que Rodas quedaba afuera, nos pareció extraño, pero mientras lo habían suspendido nosotros ya habíamos planificado para jugar la final, cuando lo vuelven a habilitar, yo ya había tomado la decisión y les había consultado. Luego si pasa algo, con qué cara reclamo algo que no era justo. No me pareció justo. Muchos no entieron la decisión pero era sacar ventaja de algo que no era justo.
Luego te vas a Vallejo en 2014 y nos encontramos
También empieza el ciclo importante la gente de Melgar porque llevan al Cabezón Reynoso. Yo me comí toda la puteada y los golpes, mi hermano Leo me chalequeaba con el Loco, hasta de la tribuna me abollaron un día, era complicado pero era ese grupo y ese lado político que tenía el club con ese expresidente y su bandita. La pasé muy bien, viví en un hotel muy lindo en el centro, siempre me tratan con cariño.
Luego te vas al UTC y te encuentras con tu otro hijo, Jean Deza
Sí, pero antes Ferrari arreglamos para no saltarnos lo de Vallejo. No voy a contar por qué me fui... en 2016 me tengo que ir del club porque algunos angelitos hicieron de las suyas, no voy a mencionar nombres... llego a mitad de año a Cajamarca, a UTC.
Ahí nos encontramos...
Había un grupo ahí que tenía que decidir quien se quedaba. Leo no quiso ir, se quedó en Vallejo. Mi salida de Vallejo fue traumática. En 2016 el equipo salió del descenso, armamos el equipo para el 2017 y el equipo tuvo una copa de verano espectacular y nos gana Melgar, pero clasificamos a la Sudamericana. En 2018 llega Leo, Deza. En cuatro años hicimos tres sudamericanas.
¿Cómo llega Deza?
Fuimos a jugar a Huancayo y los dos estaban allá (Deza y Guizasola) pero jugaban en la reserva, no eran titulares, estaban tirados en Huancayo porque dicen que los dos eran engreídos del presidente. Le dije a Guizasola, lo traemos pero tú te encargas de él y vive en mi hotel, se comprometen a vivir en el hotel y en los primeros meses no podía ni salir a la esquina. Ahí empezó a crecer y la rompió. Un día estaba solo, sin novia, y un día apareció una chiquita y me dice que era la novia, ahí empezaron los problemas, la chiquita lo abollaba, le dejó todo el brazo arañado.
Jajaja...
Luego ya se mudó porque ya no podía estar ahí. Ahí empezó sus temas. Es loco y todo, pero es noble, de corazón fantástico, necesita cariño pero es muy mentiroso. Te sacaban la vuelta rápido. Firmó por Alianza y duró tres meses, después le echa la culpa a los dirigentes, pero si lo ven en la madrugada tomando, yo lo hago trizas porque es narrador de cuentos, contaba de sus salidas y les decía a los muchachos, ‘no le hagan caso, llega de madrugada, se toma un par de tragos y se duerme y después la muchacha se va a bailar con otro’.
¿Qué de cierto hay de esa que estaba preso y te llamó?
Yo no lo quise sacar, dije ‘que se quede ahí’. Un día me llamaron que se escapó en la madrugada porque la chiquita lo había denunciado, se escapó corriendo.
En serio...
Otra, un día me fueron a buscar al hotel, el papá de una muchacha que se venía a quejar de uno de los jugadores.
Qué no has pasado...
Le dije ‘usted no me tiene que venir a buscar a mí, agarre un bate de beisbol y dele en la cabeza’. Es como Miranda, fue muy gracioso. En Huánuco, en 2010, me fueron a buscar a mi hotel una oficial, linda, guapa, joven. Bajé y estaban sus hermanas, me empezaron a contar que una de sus hermanas era novia de uno de los muchachos nuestros y tenía la mala costumbre de levantar la mano, agredirla, insultarla, ofenderla, pero uno a veces no sabe qué decir, no se me ocurrió mejor cosa que decir: ‘Susan, tú perteneces a la Policía, si fuera mi hermana, lo mando a agarrar de las orejas, 24 horas nada más’, para qué dije eso... A los cuatro días, no estaba Miranda, después aparece, estaba cortado, hincado, destruido, parece que lo había atropellado un camión, nos dijo que se había caído de la moto.
Un poco más llega rampeando...
No podía ni moverse, lo tuvimos que mandar a Lima, le dimos vacaciones, y lo salvamos. Era para un sustito, exageraron, lo mataron.
Luego viene el ADT de Tacna
Había arrancado ese 2022 bien pero después se cae y yo estaba acompañando a la selección, me fui a España de vacaciones. La selección había llegado a Barcelona, me invitaron y fui y un día, de madrugada y sonó el teléfono, era el Loco Deza, yo creo que estaba de volantín, me dijo ‘Viejo, la gente de Tarma quiere hablar contigo, te quieren para el Clausura’ y le digo ‘¿y tú eres representante?’ me dijo que les había dado mi número y me llamaron a los 10 minutos. Les dije que iba estar ahí y que iba acompañar a la selección a Qatar, si cuando regresaba a Lima todavía estaban interesados, nos reunimos. Así fue, nos reunimos, arreglamos y fui a Tarma, ya conocía porque en los 80 jugamos allá.
Dicen que es más chico...
Es chico, más chico que Huánuco, no hay cine, mall, todo caminando, lo único bueno es que ahorras, no gastas en nada, ni en taxis. Lindo, el paisaje es lindo, en el hotel me atendieron bien y la pasé bien, iba caminando al estadio. En el 2022, ese ADT jugaba en Huancayo. Tuvimos un Clausura importante, se fortaleció y clasificaron a una Sudamericana.
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