Luis Enrique Martínez García y su familia. Foto: INA FASSBENDER / AFP
Luis Enrique Martínez García y su familia. Foto: INA FASSBENDER / AFP

Mi gente de La Fe de Cuto, sigan disfrutando de la que está como se pide. Cueva está que da la hora, va recuperando su nivel futbolístico y de corazón le deseo lo mejor. Ahora se viene la segunda parte. Compartan y disfruten de la segunda entrega.

El último sábado, la final de la Liga de Campeones paralizó al mundo del fútbol. La definición que se disputó en el estadio del Allianz Arena de Múnich, terminó consagrando al PSG de Luis Enrique Martínez García con una histórica goleada de 5 a 0 sobre el Inter de Italia.  

Celebración del PSG. Foto: FRANCK FIFE / POOL / AFP
Celebración del PSG. Foto: FRANCK FIFE / POOL / AFP

No me subo al barco, es más, yo soy hincha declarado del Real Madrid, pero eso no me quita que tenga una mirada objetiva y clara para hablar de un equipo. En la semana previa al partido conversaba con mi productor José ‘Huachano’ Lara y le decía que en el fútbol todo puede pasar, pero para mí la final se la llevaba el PSG. Llegaba con más juego asociado, era un equipo más joven, imponían su fútbol en cualquier cancha con un manual de juego que su DT fue consolidando en pleno torneo, ya que la primera etapa del certamen no la pasaron bien.

En los días previos a la final, tuve una reunión con mi tío ‘Ñato’ y el popular ‘Manguera’ y les canté que el PSG se llevaba la ‘Orejona’. Ellos no me dejarán mentir.   

PSG UN JUSTO GANADOR

El PSG se impuso durante todo el partido. Prácticamente se ‘comió’ al Inter. El equipo parisino fue arrollador con un juego que nunca pudo descifrar el equipo italiano. Luis Enrique, el director de la orquesta, puso en escena lo mejor y el equipo desarrolló e interpretó al pie de la letra el manual para superar largamente a los dirigidos por Simone Inzaghi.

Me puedo detener para seguir escribiendo largamente sobre el estilo de juego que ha puesto a disposición del mundo el DT Luis Enrique, pero considero que lo conseguido por el entrenador español sobrepasa largamente las esferas del fútbol.

LUIS ENRIQUE, UN EJEMPLO A SEGUIR.

¿Luis Enrique es un afortunado o un desgraciado? El entrenador español es un reconocido exjugador que jugó en Barcelona, Real Madrid, entre otros. Luego del retiro del fútbol profesional se convirtió en DT y dirigió a Barcelona B, Roma, Celta de Vigo, Barcelona y la Selección de España antes de llegar a París.

Luis Enrique Martinez y su familia. Foto: FRANCK FIFE / AFP
Luis Enrique Martinez y su familia. Foto: FRANCK FIFE / AFP

Pero el año 2019, Luis Enrique vivió una tragedia cuando su hija Xana, de 9 años perdió la vida por un cáncer. Ese hecho tan duro para un padre podría llevarte a sentirte el ser más desgraciado, sin embargo, él lo superó dando un ejemplo de fortaleza cuando dice “yo me siento un afortunado, muy afortunado, porque Xana vino a vivir 9 años con nosotros. Ella no está físicamente, pero espiritualmente siempre está con nosotros”.

El español se ganó mi corazón. Noto y veo un hombre íntegro, que en gestión de fútbol y manejo de grupo lo tiene claro todo, como cuando le dio indicaciones Kylian Mbappé previo a un partido o cuando el atacante se fue al Real Madrid. Sin Kylian Mbappé seremos mejores. Con Mbappé teníamos un jugador que iba por libre. El hecho de tener un jugador que se movía por donde él quería implica que hay situaciones del juego que yo no controlo. Ahora lo controlo todo", había dicho el entrenador español en el documental de Movistar+. El tiempo le dio la razón. El DT hizo un equipo a imagen y semejanza como él quería, el mismo que el sábado se consagró campeón de la Champions dándole la primera orejona al PSG.

Creo que Luis Enrique es un tocado por Dios, es un hombre espiritual, es un hombre de fe. Siempre digo que los tiempos de Dios son perfectos. La vida le puso una prueba muy dura, quizás la más dura que pueda tener un padre, pero él tuvo la entereza, fortaleza, resiliencia para sobreponerse y seguir. Hoy Dios, la vida, le da una alegría utilizando al fútbol como herramienta para ser un ejemplo a seguir por la gente.  

Es verdad lo que dice él, no necesita de un triunfo o de ganar una Champions para tener presente a su hija Xana, pero a Luis Enrique ahora lo tendremos siempre para cuando se hable de fútbol, de la nueva tendencia de juego y por supuesto, para hablar de cómo sobreponernos ante situaciones complejas que se puedan presentar en la vida. Una lección de vida.                

Nos leemos el próximo lunes.

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