El último sábado 4 de noviembre, Gerard Piqué se despidió del fútbol profesional. Lo hizo como capitán de su amado Barcelona, en la victoria de los “culés” 2-0 sobre Almería por La Liga. El evento ha generado numerosas repercusiones y una de ellas -como no podía ser a estas alturas- vino de la ex familia política del catalán: la mamá de Shakira sobre pronunció sobre el hecho.
El deportista de 35 años había anunciado a mitad de la semana pasada que se retiriría tras 18 años de carrera profesional. La noticia llegaba en medio de una situación complicada para este, en el plano deportivo pero sobre todo en el ámbito personal.
En las últimas temporadas, Gerard perdió titularidad en el Barza y en el aspecto familiar, la mediática seperación de Shakira lo dejó como el malo de la película por unas aparentes infidelidades, hechos que llevaron a la madre de sus hijos a dar por terminada la relación que duró casi 12 años.
A diferencia de la propia Shakira, su progenitora, Nadia Ripoll, no tiene inconveniente en charlar con la prensa cada vez que la abordan llegando a su domicilio en Barcelona o al hospital en donde se encuentra internado su esposo William Mebarak.
“No sabía nada (del retiro del fútbol de Gerard Piqué) y me imagino que si lo hace, es porque ha pensado mucho y lo que decida él, así es”, ha comentado Nadia a los medios de comunicación.
Y también ha declarado no saber nada sobre el futuro más inmediato de su hija y sus dos nietos: “No sé nada. Shakira no me ha dicho nada todavía”, ha respondido al ser cuestionada sobre si este giro en los acontecimientos permitirá a la cantante irse a vivir a Miami con los niños, como así lo desea.
Si bien la intérprete de “Monotonía” no ha vuelto a hablar con la prensa, medios de espectáculos de España dan cuenta de que la barranquillera de 45 años estaría incomóda y hasta molesta con Gerard Piqué a raíz de los últimos acontecimientos.
Y esto poco o nada tendría que ver con la lucha por la custodia de sus hijos Milan y Sasha o la nueva relación que tiene con Clara Chía Martí, sino con el estado de salud de su papá, William Mebarak, de 91 años.
Y es que desde que se supo del derrame cerebral que sufrió y el pronóstico delicado que tenía -según papazzaris-, Piqué no se ha acercado a la clínica en donde está su exsuegro para verlo ni tampoco ha intentado comunicarse con la celeb para saber cómo está su progenitor.
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