Después de ser separada de su cargo, la exfiscal Karina Toledo Wong se defendió y negó haber sido la que dispuso la liberación de Daniel Pérez Fierro y Marcelino Palacios Varja, chofer y copiloto de la empresa de transporte Palomino acusados por la violación de una joven terramoza.
En declaraciones a Perú21, Karina Toledo Wong aseguró que no tenía la potestad para decidir a dónde debería llevarse el caso de la terramoza violada en Nasca. Según su testimonio, consultó con su superior, la fiscal provincial Fanny Uribe Tapahuasco.
"Se me impuso una situación bastante delicada y penosa: el de haber dado libertad a dos violadores confesos, situación que desmiento categóricamente. En la manifestación que tomé a la agraviada, ella indicó que el delito ocurrió en Nasca. Entonces informé este pormenor a la fiscal provincial y ella fue quien dispuso que se suspenda la diligencia y se investigue en Nasca", dijo Karina Toledo Wong.
Asimismo, la fiscal recientemente destituida por el Ministerio Público aseguró que su superior tampoco dispuso la liberación de los acusados de violación. "Nadie ordenó la libertad de los detenidos, ni la fiscal provincial ni quien habla. Que la fiscal haya dispuesto que se abra el caso en Nasca no varía la situación jurídica del detenido. Eso que quede claro", enfatizó.
En ese sentido, se deslindó de la responsabilidad y acotó que la Policía es quien debería conocer el paradero de ambos violadores. "La flagrancia vence en 48 horas, tiempo suficiente para que fueran trasladados a Nasca y que se inicie el proceso ¿En mérito a qué se modificó su situación jurídica?", se preguntó Karina Toledo Wong.
El pasado 7 de junio, una joven terramoza denunció que fue violada por sus compañeros de trabajo, el chofer y copiloto de la unidad de la empresa de transportes Palomino. Según su testimonio, fue dopada y abusada sexualmente por ambos en pleno trayecto de Arequipa a Lima y con el vehículo repleto de pasajeros.
Al despertar en Nasca, la joven terramoza notó que estaba con el pantalón roto, no tenía blusa y presentaba varios moretones en el cuerpo y un intenso dolor en la zona genital. Cuando reclamó a sus compañeros, ellos le dieron una supuesta pastilla para el dolor que en realidad era una píldora del día siguiente.
La víctima esperó a llegar a Lima para realizar la denuncia en la Comisaría de Apolo. Los efectivos detuvieron al chofer y copiloto, quienes aceptaron que mantuvieron relaciones íntimas con la terramoza. Las pruebas del médico legista también dieron positivo para violación.
A pesar de toda la evidencia, cuando el caso pasó al Ministerio Público, la fiscal adjunta Karina Toledo Wong suspendió la diligencia al escuchar que la joven contó que se había despertado ultrajada en Nasca. Es así que argumentó que no era su jurisdiccción y que tenía que viajar hasta Ica para sentar su denuncia.
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