Dicen que los peruanos no sabemos de derrotas y, en tiempos de crisis, siempre buscamos una oportunidad ganadora. Esa es la historia de Mercedes Quiñones (30), una joven huaracina que se quedó sin trabajo en pandemia y tuvo que abrir su bodeguita ‘Qollca+’ para salir adelante.
“Trabajaba como contadora, pero me quedé sin trabajo. ‘Qollca+’ (depósitos incaicos) comenzó cuando empecé a hacer delivery para mis familiares adultos mayores en tiempos de coronavirus”, cuenta la profesional.
Con más de tres años de actividad, el local es el favorito del barrio gracias a la buena atención y la amplia variedad de productos que ofrece, entre ellos los clásicos pancitos serranos y el manjar blanco.
INSEGURIDAD
Sin embargo, también ha sido víctima de la delincuencia. “Para proteger el negocio hemos puesto cámaras de videovigilancia, más luces y rejas”, indica la también presidenta de la célula de Áncash y vocera de la Asociación de Mujeres Bodegueras del Perú (Agremub).
A LA EXPECTATIVA
Mercedes asistió a la reunión entre representantes de la Agremub y de las pymes, con el ministro de Economía y Finanzas, Alex Contreras, aquí en Lima, donde el objetivo principal fue cómo seguir reactivando el gremio.
“Un tema fue el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC). Elevarlo nos afectaría mucho porque el 40% de nuestros ingresos están gravados con ese impuesto. Solo el año pasado han cerrado 14 mil bodegas, ¿qué pasará con esas familias? Ya estamos en recesión económica, ahora viene el fenómeno El Niño, las bodegas vamos a colapsar. Ese impuesto nos obligará a subir nuestros precios, bajarán las ventas y terminaremos cerrando. Los clientes nos llaman ‘careros’, pero no saben lo que hay detrás”, señala Quiñones.
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