El caso de los relojes Rolex ha dejado a un lado otro escándalo político que involucra al ministro de Energía y Minas (Minem), Rómulo Mucho, quien contrató a su amiga Rosa Sánchez por un monto de 40 mil soles durante cien días.
Es lamentable lo que ocurre con Mucho. Su sector es uno de los que tiene que enfrentar la violencia incontenible de la minería ilegal en Pataz por la dejadez de este Gobierno, como varias veces se ha denunciado en esta columna.
Nadie sabía de la contratación de Rosa Sánchez hasta que el programa ‘Beto a saber’, del periodista Beto Ortiz, la encontró cuando subía a un carro oficial que la recogió en su propia casa. Derecho que solo les corresponde a los ministros y funcionarios de alto rango, que no es el caso de Rosita, como así la llama de cariño el ministro Mucho.
Ese solo hecho puede constituir un delito penal. Se trata de un claro caso de mal uso de los recursos del Estado. Hace unos días, por cierto, la Fiscalía allanó las oficinas del Minem en busca de documentos de la citada contratación. En el Congreso también están pidiendo la censura de Mucho por este caso.
Las respuestas del ministro sobre este tema son clamorosas y lo complican peor. En una entrevista brindada a RPP, evidenció que no tiene mucho respeto por las normas establecidas para estos casos, aunque él dice respetarlas.
“¿El uso del auto, correspondía que se preste este tipo de servicios a esta persona?”, le preguntó el periodista. El ingeniero puneño respondió: “Sí existe. A las personas que dan atención a las altas direcciones tienen movilidad, las recogen”.
En esa misma entrevista, él mismo se contradijo con un argumento de antología: “Eso fue circunstancial porque ella se queda hasta tarde (…) Fue por seguridad, no lo dispuse yo. Lo dispuso el secretario general. Yo no sabía para que la lleve y la recogiera temprano al día siguiente. Creo que fueron dos días. Justo esos días la han estado siguiendo”.
Rosa Chávez, además, no reunía el requisito elemental que existe para ingresar o dar servicios al Estado: ser profesional. Solo tiene secundaria. “No ha completado sus estudios, pero conoce temas de minería… y sabe inglés”, sostuvo el ministro.
El caso de Chávez es una prueba de las irregularidades que existen en los cientos de contrataciones de “locadores de servicios” en los organismos públicos. “Se fabrican perfiles para que tal o cual amigo, especialmente amigas, encajen en el supuesto servicio que se requiere. Nunca nadie revisa los trabajos por los que se les contrató”, me cuenta un funcionario del Estado.
“Aquí hay mala leche (de la prensa)”, también ha dicho Mucho con toda frescura para defender a su amiga Rosita. Y pensar que en el año 2016 se lanzó a la presidencia de la República con su partido Perú País en Acción. ¿Se imaginan cómo hubiese sido su gobierno? Nos vemos el otro martes.
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