Jugaban con la vida de los pacientes de coronavirus. Un laboratorio clandestino donde se elaboraba a gran escala medicamentos adulterados para el tratamiento de COVID-19 como Azitromicina y Panadol, fue allanado ayer por la Policía donde se detuvo a tres personas en San Martín de Porres. Las medicinas ‘bamba’ eran comercializadas en farmacias de la capital y también en Trujillo y Chiclayo.
Allanan laboratorio clandestino de medicinas para tratamiento de COVID-19
Para la confección de las pseudos medicinas, la banda utilizaba almidón de papa mezclado con celulosa micro cristalina (aditivo que se usa en la industria de los alimentos).
La intervención, a cargo de agentes de la División de Investigación de Estafas, se realizó tras un paciente trabajo de inteligencia. Así sorprendieron a Jhonny Capcha Barzola y a Anny Gamboa Almeida cuando se disponían a dejar dos encomiendas -con destino a Trujillo y Chiclayo- en una agencia de transporte interprovincial en Los Olivos.
Los detectives revisaron las cajas y encontraron un total de 17,520 dosis de Panadol.
Luego, los detectives se dirigieron al laboratorio clandestino ubicado en la manzana C, lote 13, en la cooperativa de vivienda El Olivar. Ahí detuvieron a Marco Quezada Morillo.
En el lugar, los agentes hallaron 70 mil dosis de las pseudos pastillas Panadol, Paracetamol y Azitromicina. Además, incautaron insumos como 150 kilos de almidón de papa, 150 kilos de celulosa micro cristalina, una máquina artesanal tabletera, entre otros instrumentos.
Los detenidos son investigados por los delitos contra la salud pública-falsificación, contaminación o adulteración de productos farmacéuticos, dispositivos médicos y/o productos sanitarios.
La Policía informó que los detenidos pertenecen a la misma banda que fue capturada el pasado 29 de mayo. En esa oportunidad se intervino a 9 personas.
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