El Gobierno desplegó una intervención de gran escala en el penal Sarita Colonia, en el Callao, como respuesta inmediata al asesinato del transportista Jhonny Esqueche. La acción fue encabezada por el presidente de la República, José Jerí Oré, y contó con la participación de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
La operación se realizó la noche del lunes con el objetivo de reforzar la seguridad dentro del establecimiento penitenciario y evitar que se sigan cometiendo delitos desde su interior. Según informó el mandatario en sus redes sociales, el procedimiento se ejecutó “sin pausa ni tregua”, en el marco de una política de control más severa en los penales del país.
Las autoridades centraron su intervención en el pabellón de máxima seguridad de Sarita Colonia, donde se encuentran recluidos más de 300 internos procesados o sentenciados por delitos graves como extorsión, secuestro y robo agravado. El Ministerio de Justicia precisó que el propósito fue ubicar y decomisar equipos electrónicos u objetos prohibidos utilizados para coordinar acciones criminales.
Durante la requisa, se cortó el suministro eléctrico con el fin de impedir la carga y el uso de celulares. Esta medida preventiva forma parte del protocolo de seguridad implementado por las autoridades penitenciarias para reducir las comunicaciones ilícitas desde el interior del penal.
El presidente lideró la operación junto al ministro de Justicia
El operativo fue liderado directamente por el presidente José Jerí Oré, quien estuvo acompañado por el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Walter Martínez Laura. Ambos supervisaron el cumplimiento de las disposiciones de control dentro de las instalaciones y reafirmaron el compromiso del Gobierno de combatir la delincuencia que se organiza desde las cárceles.
El mandatario recalcó la necesidad de actuar con firmeza ante las redes criminales que continúan operando desde los penales y que, en muchos casos, están vinculadas a hechos violentos que afectan a trabajadores y empresarios del transporte.
El crimen que motivó esta acción fue el de José Johnny Esqueche Ñingles, de 47 años, quien fue asesinado cuando conducía una combi por la avenida Gambetta. Según las investigaciones preliminares, habría sido atacado por sicarios en moto tras negarse a pagar cupos extorsivos a una banda criminal que opera en la zona.