A balazos, uno de los seis internos venezolanos que la madrugada del dos de mayo fugó del Centro de Diagnóstico y Rehabilitación Juvenil de Lima (Maranguita) fue recapturado cuando huía tras asaltar a mano armada un club nocturno y robarle sus pertenencias a los parroquianos.
Sin importarle que era buscado intensamente, uno de los prófugos salió de su escondite e irrumpió con otros cuatro ladrones en el local de diversión ‘Las Visitadoras’, en el kilómetro 6.5 de la carretera a Chancay.
Encañonaron a los vigilantes y en el interior despojaron de celulares y billeteras a diez personas, a las que obligaron a tirarse al suelo.
Cuando los hampones extranjeros huían se encontraron con los policías, iniciándose una persecución y balacera. Los efectivos hirieron de bala a uno de los rateros y lo atraparon.
Tenía dos armas de fuego, una de ellas una mini Uzi con una cacerina de 30 municiones.
Como sabía que lo buscaban, el malhechor dijo llamarse Luis Riveros Rodríguez (19), identidad que no le correspondía. Fue llevado al hospital donde le curaron la herida en su cara y quedó bajo fuerte custodia policial.
En la Divincri Huaral, los detectives lo identificaron plenamente. Es el venezolano Carlos Alberto Guillent Moreau (19), uno de los seis internos que fugó de Maranguita descolgándose con una gruesa cuerda de tela por el muro.
Carlos Guillent cumplía cinco años de internamiento por robo agravado.
La Policía sospecha que entre los hampones que escaparon podrían estar algunos de los que huyeron de Maranguita.
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