Martín Vizcarra volvió a sorprender. Esta vez, el presidente de la República decidió caminar por varias cuadras de la avenida Brasil para acercarse a los ciudadanos tras el fin del desfile cívico militar.
El mandatario hizo caso omiso a sus agentes de seguridad y se aproximó hasta las barreras de la pista donde se encontraban varias personas tras ver la clásica fiesta de peruanidad. Martín Vizcarra estuvo acompañado durante un tramo de su esposa, pero luego caminó solo.
Martín Vizcarra saludó y estrechó la mano de grandes y chicos y dejó que le tomaran fotografías. Pero lo que llamó la atención fue cuando se aproximó a una pequeña de habilidades diferentes que se encontraba desde tempranas horas de la mañana esperando para verlo.
Cuando Martín Vizcarra llegó hasta ella, le tomó las manos fuertemente y la pequeña le empezó a hablar por varios segundos, mientras el resto del público esperaba saludarlo. Pese al paso del tiempo, el mandatario no tuvo ningún reparo en parar su desplazamiento para quedarse con la menor.
Al final, Martín Vizcarra se acercó para darle un beso en la mejilla y continuó su recorrido por el resto de la avenida Brasil. El presidente de la República llegó al óvalo Bolognesi y posteriormente ingresó a su vehículo oficial para dirigirse a Palacio de Gobierno.
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