Reír no solo es un acto de alegría: es una herramienta terapéutica poderosa. Desde la psicología clínica y el bienestar emocional, se ha demostrado que la risa reduce el cortisol (hormona del estrés), libera endorfinas, mejora el estado de ánimo y fortalece el sistema inmunológico.
Además, favorece la conexión social, reduce la percepción del dolor y mejora funciones cognitivas como la atención y la memoria.
En terapia, el humor puede abrir puertas que la resistencia emocional cierra. Reír, incluso en medio de la adversidad, no significa negar lo que duele, sino darle espacio a lo que también sana.
La risa oxigena el alma, equilibra las emociones y nos recuerda que, aun en los días más grises, hay algo de luz. Cultivar el sentido del humor, rodearnos de personas que nos hagan bien y permitirnos momentos de juego y espontaneidad es un acto de amor propio, porque la salud mental también se construye a carcajadas.
¡Ahora que conoces estos beneficios, es hora de reír! Conecta con aquellos que te hacen sonreír siempre.
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