Por: Miguel Ramírez
“Soy consciente que la lucha contra la corrupción iba a ser difícil. El Perú merece saber toda la verdad, porque la corrupción ocasiona que los pobres se mantengan en la pobreza y que los ricos sean más ricos”, dijo hace poco Keiko Fujimori, la lideresa de Fuerza Popular, refiriéndose a ese flagelo al que el Papa Francisco definió como ‘un virus social que lo infecta todo’.
Lo mismo repiten sus 61 bullangueros congresistas (ahora llamados ‘Keikistas’) cada vez que aparecen en los medios, ocultando que su lideresa es investigada por ese delito. Sin contar que su líder histórico y padre de Keiko, el hoy indultado expresidente Alberto Fujimori, también fue condenado por lo mismo y por asesinatos.
Dichos congresistas fujimoristas, sin embargo, no practican lo que predican. En las últimas semanas han aparecido casos en los que ellos se encubren, sus familiares se benefician con negocios con el Estado y se reparten puestos estratégicos.
Por ejemplo, es rumor general en el interior de la Comisión Lava Jato que el esposo de la congresista Úrsula Letona iba a ser citado para declarar. Pero su amistad entre ella y su colega naranja y presidenta de ese grupo, Rosa Bartra, lo impidió. Su cónyuge participó en representación de un estudio de abogados en las negociaciones del Gasoducto Sur, donde está implicada la empresa corrupta Odebrecht.
Pese a que la ley se los prohíbe, familiares de los más renombrados congresistas ‘Keikistas’ han hecho jugosos contratos con el Estado. Según el portal de transparencia del Ministerio de Economía, entre ellos están la prima de Úrsula Letona y los hermanos de Alejandra Aramayo, Rolando Reátegui y Rosa Bartra.
Aquí no queda la cosa. Otros también han utilizado su poder para colocar a sus familiares directos en instituciones claves. El belicoso congresista Héctor Becerril tiene a su esposa nada menos que en el Consejo Nacional de la Magistratura, que se encarga de nombrar y despedir magistrados en todo el país.
Becerril dice que ella entró por concurso, cuando es pública la estrecha amistad que tiene con Guido Águila, el presidente de ese organismo. Hace unos meses, el periodista Gustavo Gorriti reveló que Águila organizó una reunión ¡en su propia casa! entre Becerril y otro consejero del CNM, para que variara una decisión que ya había tomado.
Nadie, por cierto, investiga a Becerril y Águila por ese gravísimo hecho.
También se sabe que la hermana de la parlamentaria Luz Salgado ha sido contratada por la Contraloría durante la gestión del actual contralor Nelson Shack.
La congresista Yeni Vilcatoma –quien fue expulsada del fujimorismo y se quedó sin cargo alguno- volvió a integrar comisiones en el Congreso, luego de amistarse con Keiko Fujimori y ahora llena de insultos e infamias a todos los críticos de su exjefa.
Estos son los ‘Keikistas’, ¿qué les parece? Nos vemos el otro martes.
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