El holandés asesino Joran Van der Sloot, condenado en Perú a 28 años de cárcel por la muerte de Stephany Flores, de 21 años, comparece en Alabama, Estados Unidos, en un juicio por fraude y extorsión en contra de Elizabeth Ann Holloway, madre de Natalee Holloway, victimada al parecer por el apostador europeo.
Su extradición el jueves último implicó toda una logística para evitar que huya. Primero fue llevado de Challapalca al penal Ancón 1, en Lima. Luego, custodiado por cinco agentes de la SUAT, bien armados, fue embarcado rumbo a Norteamérica.
Antes dio declaraciones en exclusiva para ‘Cuarto Poder’. “¿Te despediste de tu familia?”, le pregunta un reportero. Van der Sloot lo mira y responde: “No, no permitieron despedirme, ¡nada!”.
“Cómo te sientes por eso”, insiste el periodista y el asesino de Stephany Flores señala: “Un poquito triste”.
Más adelante se sigue quejando. ‘¿No te dejaron acercarte a tu hija?’. “No, no la he visto, ni bajé porque no voy a dejar que su último recuerdo sea con vidrio”, expresó.
En un acto que no se condice con sus inclinaciones asesinas, Joran, quien no quiere que lo llamen Petrus, insiste con la menor. “Quería solo 15 minutos para abrazar a mi hijita, nada más”.
Hace unos años, ante la Policía reconoció que mató a Stephany Flores ‘en la cama’ de un hotel en Miraflores. “¿Tú has estado encima de ella y la has estrangulado?”, le apuntillan y él responde: “Sí, hasta que perdió el aire y de ahí murió. Sí”.
A Joran Van der Sloot le quedan aún 15 años de cárcel, de los 28 que le aplicó la justicia peruana. De ser condenado en Estados Unidos, solo viajará cuando cumpla su pena en el Perú.
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