Suenan los tambores de guerra, ahora sí, de verdad. Tras el anuncio del bloqueo naval de Venezuela por parte de Estados Unidos, el presidente Donald Trump no ceja en su intención de sacar del poder a Nicolás Maduro y su camarilla.
La chispa puede estallar en cualquier momento, pues el régimen chavista ordenó que los barcos petroleros que salgan de sus puertos sean acompañados por la Armada a fin de desafiar la orden de Washington de decomisar todo el petróleo que salga del país caribeño.
Ayer, el comentarista de derecha Tucker Carlson, cercano a Trump, reveló que el mandatario anunciaría en un discurso la guerra con Venezuela, pero esto no ocurrió anoche.
El martes, el líder republicano señaló que “el régimen ilegítimo de Maduro usa el petróleo de estos campos petroleros robados para financiarse a sí mismos, el narcoterrorismo, la trata de personas, el asesinato y el secuestro”.
En ese sentido, ordenó el bloqueo total y completo de todos los petroleros sancionados que entran y salen de Venezuela.
Ayer, horas después del anuncio de Trump, la Armada venezolana comenzó a escoltar cargueros que transportan derivados del petróleo desde puertos del país.
Según el New York Times, varios barcos que transportaban urea, coque de petróleo y otros derivados desde el Puerto de José zarparon escoltados por buques de guerra, dirigidos a mercados asiáticos.
Washington sabe de esto y evalúa medidas. Se espera en cualquier momento un choque armado en aguas del Caribe.
Estados Unidos movilizó al Caribe al portaaviones nuclear USS Gerald R. Ford, con su grupo de batalla, que incluye 70 aviones de combate y 3 destructores. Solo esta nave tiene una capacidad aérea superior, por ejemplo, a Brasil.
Además, bombarderos B-52H y B-1B Lancer, que portan misiles, un sistema aire-superficie de largo alcance, doce cazas F-35A y los destructores y cruceros equipados con misiles Tomahawk, USS Gettysburg, Lake Erie, Mahan, Winston S. Churchill y Bainbridge. Y 10 mil soldados.
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