Luego de que un policía le quitara la revista Romantic Hearts, que se había puesto a revisar en vez de declarar, Nannie Doss se acomodó los lentes y dio rienda suelta. Por una hora entera, empezó a contar el asesinato de su quinto marido Samuel Doss. Tenía tan solo 50 años, pero 27 de ellos los había dedicado a matar a todos sus esposos anteriores y a una de sus suegras, en varios Estados de Estados Unidos.
TE VA A INTERESAR | Historias de policiales: Gary Ridgway, el asesino de Green River que mató a 49 mujeres
Con una personalidad romántica y sonriente, entre 1927 y 1954, Nannie mató entre ocho y 11 personas que pertenecieron a su familia. Cuando se supo de toda su historia, la prensa empezó a ponerle apodos como “La abuela risueña”, “Lady Barbazul” y “La viuda negra”.
LA VIDA DE NANY DOSS
Su verdadero nombre era Nancy Hazle. Nació un 4 de noviembre de 1905 en Alabama, Estados Unidos. Era la mayor de sus hermanos y su infancia, como se supo después, no fue de ensueño. Su padre era un hombre muy estricto y fanático religioso. Tampoco dejaba que sus hijos vayan a la escuela para que lo ayuden en la granja.
A los 15 años, Nannie tuvo un trabajo en una fábrica textil, y con su sueldo, podía comprarse maquillaje y revistas del corazón. Como estaban prohibidas en su casa, todas las tenía escondidas. En ese mismo lugar, conoció a Charles Braggs, con quien se casó en 1921 y tuvieron cuatro hijas.
Para finales de 1927, con poco tiempo de vida, dos de sus hijas fallecieron. Los médicos les informaron que fue por intoxicación alimentaria. Al año siguiente se divorció y se llevó a la pequeña Melvina. Tiempo después, Charles comentaría que sospechaba que Nannie había sido la culpable de haber matado a las niñas con veneno.
SU SEGUNDO ESPOSO Y SUS NIETOS
Pasaron los años y conoció a su segundo esposo, el albañil de 23 años Frank Harrelson, quien también era un alcohólico con antecedentes de violación. Ambos se conocieron a través de la revista del corazón. Cuando estaban viviendo juntos, su hija Melvina se fue con ellos porque estaba embarazada de ocho meses y se había separado.
Un mes después, cuando nació el niño, mientras Melvina seguía con los efectos del postparto, le pareció ver a su madre clavar un alfiler en la cabeza del pequeño. A pesar de las sospechas, no quiso irse de su casa. Al poco tiempo, tuvo otro hijo con un soldado de la zona. Sin embargo, la relación con su madre no daba para más, por lo que se fue a vivir con su padre, dejando a su segundo hijo.
Para el 7 de julio de 1945, Nannie y el pequeño Robert se encontraban solos. Ese mismo día, lo encontraron muerto por asfixia, supuestamente, por haberse dado vuelta en la cama. Al mes de su fallecimiento, la abuela decidió cobrar el seguro de vida de 500 dólares del niño. Al mes siguiente, celebrando la victoria de la Segunda Guerra Mundial, se puso a beber con su marido, quien amaneció muerto al día siguiente.
LA LLEGADA DE ARLIE, RICHARD Y SAMUEL
Cuando se fue a vivir a Carolina del Norte, conoció a Arlie Lanning a través de una revista. Ambos eran viudos y tres días después de la primera cita, se casaron. Luego de dos años de esposos, el hombre murió de una presunta insuficiencia cardíaca. Al mes siguiente del entierro, la casa donde vivieron se incendió y cobró el seguro que estaba a su nombre.
Luego de ese episodio, Nannie se unió al Círculo de Diamantes, un club de solteros, donde conoció a Richard Montorn. Para finales de 1952 se casaron y Richard decidió invitar a su madre Louise a vivir con ellos. Terminando el mes de enero, repentinamente, la señora murió de forma “natural”. A los cuatro meses, su cuarto esposo murió mientras dormía.
Finalmente, otra vez gracias a una revista de amor, conoció a Samuel Doss, un empresario religioso. Para julio de 1953 se casaron y en setiembre, el hombre fue internado de urgencia de infección severa al sistema digestivo. Cuando le dieron de alta en octubre, Nannie le preparó una rica comida y una tarta de ciruelas secas.
Con el hambre más voraz del mundo, Samuel se atracó toda la comida. A las pocas horas, murió mientras dormía. Al día siguiente, Nannie preparó todo para el velorio y entierro. Al médico de cabecera de su esposo le pareció muy extraño todo esto. Por ello, le pidió a lo forenses una autopsia del cuerpo. Ahí encontraron una gran cantidad de arsénico. Inmediatamente, Nannie fue detenida en su casa.
LA CONDENA FINAL Y SU MUERTE
Los detectives no quisieron esposarla por su simpática personalidad. Además, no se resistió acompañarlos. Incluso les pidió permiso para llevar su revista Romantic Hearts, la cual empezó a leer luego de relatar todos sus asesinatos. Esa historia la llevo a que sea condenada a la silla eléctrica en el Estado de Oklahoma.
Durante su tiempo en el tribunal, nunca dejó de sonreír. A pesar de que se le declaró “legalmente cuerda”, un tribunal superior le redujo la pena a cadena perpetua. Luego del juicio, la trasladaron a la prisión de McAlester en Tulsa. El 2 de junio de 1965, Nannie Doss murió de leucemia después de estar 10 años presa. Actualmente, su tumba es una de las curiosidades de Oklahoma, donde la enterraron.
TE VA A INTERESAR
- Historias de policiales: Luis Alfredo Garavito, ‘La Bestia’ que asesinó a casi 200 niños en Colombia
- Historias de policiales: Felícitas Sánchez, la ‘Ogresa de la Roma’ mató decenas de niños
- Historias de policiales: Angel Maturino Reséndiz, el ‘asesino del ferrocarril’ de EEUU y México
- Historias de policiales: quién fue Ed Gein, el asesino que hacía objetos con pieles humanas