Geneva Robinson, una mujer de 51 años de Oklahoma, Estados Unidos, fue condenada a tres cadenas perpetuas consecutivas este jueves tras declararse en febrero pasado culpable por el delito de maltrato infantil.
El agravante en su caso es que la víctima de estos maltratos fue su propia nieta de 7 años. Geneva Robinson reconoció que una de sus formas para torturar a la menor era disfrazarse de bruja. En estas situaciones terminaba rasguñado a la niña en el cuello, le pegaba en la cara, la golpeaba en la mano con un rodillo o le cortaba el pelo mientras dormía, según expedientes judiciales del caso en Estados Unidos.
Durante el juicio se presentó como prueba de estos reiterados maltratos un video de tres minutos tomado con un celular en el que se ve a Robinson vestida de negro, con lo que parece ser una máscara y las manos pintadas de verde.
Aunque su defensa alegó que tenía escasos medios para controlar a la pequeña, la fiscal del caso no dudó en exigir una drástica sanción para la abuela torturadora en Estados Unidos.
"Lo que ella hizo fue horrible y tendrá para siempre secuelas en la niña y los hermanos de la menor. Ella merece la misma piedad que le tuvo a la niña: ninguna", indicó la autoridad judicial de esta parte de Estados Unidos.
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