El Salvador llora a Gustavito. Un deplorable hecho de maltrato animal tuvo lugar el jueves pasado en El Salvador, uno de los lugares más violentos del mundo donde cada día mueren cientos de personas. En esta oportunidad la víctima fue Gustavito, el único hipopótamo del país y uno de los animales más queridos por todos los salvadoreños. Esta es la dramática historia de su muerte.
El Gobierno confirmó la muerte del mamífero como consecuencia de una brutal golpiza realizada por unos desconocidos que entraron al zoológico de la capital del país ilegalmente. El fallecimiento de Gustavito ha provocado la indignación de las redes sociales del país causando la apertura de un debate sobre la violencia y las condiciones de los zoológicos.
Según la investigación que viene realizando la Secretaría de Cultura de la Presidencia para capturar a los responsables, se utilizaron ‘objetos contundentes y cortopunzantes’ para quitarle la vida al enorme animal. Este sufrió ‘hematomas y laceraciones en la cabeza y cuerpo’, unos golpes que no pudo superar.
Por el tipo de las heridas, los expertos creen que Gustavito fue atacado con piedras, picahielos y hierros afilados. Y es que tenía cortes profundos en la cabeza y el hocico, lo que indica que se intentó defender sin éxito.
El popular y tierno nombre del hipopótamo, que tenía 16 años y más de 1.500 kilos, fue elegido en una votación organizada por La Prensa Gráfica. En el 2004, el año en el que llegó a El Salvador, unas 25 mil personas acudieron al zoo para recibirlo.
Este terrible crimen ha despertado la indignación de la opinión pública por la alargada, absurda y violenta agonía del animal. Nayid Bukele, el alcalde de San Salvador, se pronunció en Twitter por lo sucedido: ‘Lo que le hicieron a Gustavito, habla menos del pésimo zoológico que tenemos y más de lo enferma de violencia que está nuestra sociedad’.
Muchos comparten la misma opinión pero también piden el cierre del zoológico ya que existen denuncias sobre las condiciones de vida de los animales que viven allí. Recientemente murió una cobra y un león africano y se han reportado extrañas conductas como un tigre que se come su propia cola o pájaros que se arrancan las plumas.
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