Gamarra es otra bomba de tiempo. Hoy se encontró un sótano clandestino, de hasta cuatro niveles, en plena construcción que iban a ser usados como almacenes en la galería Azteca de este emporio comercial. No tenía permiso municipal, ya había sido clausurado hace 8 meses y los obreros trabajaban sin ningún tipo de seguridad y robando energía eléctrica.
Estos espacios subterráneos, que estaban ubicados entre la cuadra ocho del jirón Antonio Bazo y la cuadra uno del pasaje Sebastián Barranca, unían a dos galerías que se encontraban a espaladas una de otra y pertenecían a Carlos Guevara Estela. Ante las denuncias de sus vecinos, la comuna de La Victoria dispuso el cierre del local y la paralización de las obras.
“Hemos denunciado hace 2 años sobre este caso. Es un peligro eminente para todos. Encontramos a seis obreros que trabajan como topos en un hueco y los dejaban encerrados”, contó a Trome Diógenes Alva, presidente de Comerciantes Formales de Gamarra. Agregó que los operarios se quejaron por maltratos del dueño, pues les pagaban 350 soles semanales, pero los tenían más de 12 horas.
Hellen Miranda, gerente de Fiscalización y Control del municipio, en tanto, explicó que ya se les había paralizado la obra, pero habían hecho desacato y se les va denunciar mediante la procuraduría municipal. En el sótano también se halló tuberías de desagüe rotas, que emanaban un olor nauseabundo, y conexiones eléctricas precarias.