Hoy es más grande que nunca el peligro de una guerra atómica que amenaza al mundo entero. El portaaviones nuclear estadounidense USS Carl Vinson finalmente ingresó a aguas de la península de Corea, donde inició ejercicios militares con la marina surcoreana. El irascible líder norcoreano Kim Jong-un había advertido que lo destruiría si se acercaba a su territorio y hay temor de que cumpla su promesa.
El superportaaviones (de 332 metros de largo y 76 metros de ancho de cubierta, que lleva 6 mil militares y 90 aviones y helicópteros) se suma al submarino nuclear USS Michigan (con misiles de ojivas nucleares y misiles Tomahawk), que hace días llegó a Corea del Sur, y a otras embarcaciones como el destructor Wayne E. Meyer.
Como si fuera poco, por órdenes del presidente Donald Trump, llegarán al mar del Japón (frente a la península de Corea) los portaaviones USS Ronald Reagan (CVN-76) y el USS Nimitz (CVN-68).
TODO LISTO
EE.UU. está listo para la guerra contra Corea del Norte y ya desplegó un escudo antimisiles THAAD, de mil millones de dólares, en Corea del Sur, en prevención de un ataque. Japón también está en alerta máxima.
La madrugada del sábado (viernes en Perú), Corea del Norte lanzó un misil desconocido como advertencia.
El vocero del gobierno norcoreano, el español Alejandro Cao de Benós, advirtió ayer que ‘si Estados Unidos hace en Corea lo mismo que hizo en Afganistán o Siria (los bombardeó), responderemos con misiles intercontinentales de armamento nuclear’.
Ante este peligro, el papa Francisco llamó a los líderes involucrados a tomar el camino de la diplomacia. ‘Parece que la cosa se ha calentado mucho”, dijo el santo padre.
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