El amor a mamá es eterno y ayer miles de hijos e hijas lo demostraron en los cementerios. Llegaron para recordarlas al pie de sus tumbas con flores, globos, serenata, unas cervecitas y sus comidas favoritas.
En el camposanto Nueva Esperanza, el más grande del Perú y el segundo a nivel mundial, en Villa María del Triunfo, Juan Peceros contrató a un arpista que interpretó frente al sepulcro de doña Julia el tema ‘Madre’, de Dina Páucar. “Esa canción le gustaba mucho y cuando falleció, en su velorio se la cantamos”, dijo el obrero secándose las lágrimas.
Como es habitual, en la puerta de este cementerio cientos de comerciantes montaron una colorida feria, en la que vendían ropa, gorros, juguetes, flores, adornos y mucho más. No podían faltar los platos típicos, como chanchito al palo, a 10 soles; anticuchos o seco con frejoles, a 7 soles; y alitas fritas o papita con huevo, a 1.50 soles.
‘AMOR ETERNO’
En el cementerio El Sauce, de San Juan de Lurigancho, por 5 soles, un guitarrista cantaba frente a los nichos la canción ‘Amor eterno’, de Juan Gabriel. Igual precio cobraban los ‘rezadores’, quienes celebraban un responso que incluía el canto del ‘Ángelus’.
Otros hijos llevaron sus ollas con arroz con pollo o tallarines rojos con papa a la huancaína, que colocaron alrededor de las tumbas de sus madres para pasar la tarde con ellas mientras brindaban con unas cervezas. “Somos cuatro hermanos y siempre venimos en el Día de la Madre”, contó Noemí Aguirre.
En otros cementerios de Lima, como Padre Eterno, El Ángel, Presbítero Maestro, Jardines de la Paz, Mapfre, Parque del Recuerdo, Campo Fe, y Baquíjano del Callao, también hubo gran afluencia de público.
(J. Palomino)