El caso de Alessandra Ch. aún sigue arrojando nuevos y macabros detalles. Y es que después de que la necropsia de la menor revelara que no estaba embarazada ni tampoco presentaba grandes rastros de alcohol en su sangre, esta vez sus familiares denunciaron el estado en el que se les entregó el cuerpo de la voleibolista.
En una entrevista con el programa ‘Beto a saber’, el primo de Alessandra Ch., José Contreras, mostró unas fotografías que evidenciaron el estado del cadáver de la menor. Los familiares tomaron las imágenes antes de su velorio en Tingo María.
“Tiene moretones en el cuello, un arañón en el pecho y los dedos hinchados y morados como si hubiera hecho fuerza con ellos. Los muertos no general moretones”, aseguró el familiar de la fallecida voleibolista Alessandra Ch.
José Contreras explicó que la familia maneja la teoría que apunta a que Alessandra Ch. se habría querido defender ‘porque la quisieron atacar’. “Creemos que ha sido tomada por el cuello y ella ha querido sacarse el brazo y quizá se arañó en ese forcejeo. Si eso fue lo que pasó ‘Joaquín’ (17) no pudo haber sido porque él no le llega ni al cuello. Ella mide 1.82”, aseguró el familiar.
Asimismo, contó que en la Morgue de Lima no les permitieron tomar fotos del cadáver de Alessandra Ch. Es así que tuvieron que hacerlo antes de enterrar el cuerpo. Es allí donde se dan cuenta que la menor tenía la piel moreteada.
Cabe indicar que Alessandra Ch. murió en un edificio de la cuadra 8 de la Av. 28 de Julio en Miraflores. El departamento donde perdió la vida fue alquilado por el futbolista de la selección peruana Jordy Reyna, quien utilizaba la vivienda para sus famosas ‘encerronas’.
Al momento, la Policía ha citado a declarar a todos los testigos que se encontraban en el departamento cuando Alessandra Ch. perdió la vida, incluido Yordy Reyna y varios menores de edad. Según sus testimonios, la joven entró a la habitación donde murió con un menor identificado como Joaquín L.B.
Según el adolescente, tuvo relaciones sexuales consentidas con Alessandra Ch. “Al comienzo sangra y le dijo ‘¿estás con tu periodo?’ Y me responde ‘no no’. Me embarra bastante hasta mi estómago y también veo que en la cama. Luego me dijo, ‘me siento débil, me caigo’. Yo le decía ‘tranquila, no me dejes. Toma aire’. Incluso le metí la mano en la boca porque pensé que tenía un ataque de epilepsia", narró el menor.
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