Las denuncias y acusaciones, falsas o no, son moneda común en la vida de los artistas de Hollywood. No obstante, el que tu propia familia, tu propia sangre, intente llevarte a juicio es algo poco visto y muy doloroso. De todo eso puede dar fe Sylvester Stallone, el reconocido y exitoso actor que alcanzó fama mundial en los 80s pero que también vivió un verdadero infierno al ser denunciado por su media hermana.
Eran mediados de la década de 1980, y el actor neoyorquino ya había realizado las cintas que lo lanzaron al estrellato y lo colocaron como una figura de películas de acción de todos los tiempos: “Rocky” y “Rambo”, cuando recibió la noticia “bomba”.
En 1987, Toni-Ann Filiti, su hermana por parte de madre, la acusaba públicamente de maltrato físico y psicológico. La noticia alcanzó proporciones gigantescas y los asesores del artistas le mostraron su preocupación de que el tema se vaya a un juicio, aún incluso si el veredicto le diese la razón a Silvester Stallone y este terminase exento de toda culpa.
Ante ese panorama, el actor decidió llevar el tema a conciliación para así evitar un juicio que a todas luces iba a ser mediático y que podía comprometer seriamente la reputación y carrera del hoy también productor de cine.
Según reveló “The New York Post”, el silencio de Toni-Ann, quien en 2012 falleció a causa de un cáncer de pulmón, le costó a Stallone millones de dólares.
De acuerdo al citado medio, el intérprete de John Rambo acordó pagar a su hermanastra dos milllones de dólares más una paga mensual de más de 16 mil dólares de por vida. Pero eso no habría sido todo, pues el arreglo incluía una suma anual de 50 mil dólares para gastos psiquiátricos y médicos, que Toni-Ann debía recibir como consecuencia de los supuestos abusos que recibió.
En los documentos judiciales a los que el diario de Estados Unidos tuvo acceso, Filiti “aseguraba que había sufrido daños personales, incluidos daños físicos” por parte de Stallone, quien “negó enérgicamente y continúa negando y refuta todas las acusaciones”.
Tiempo después, la madre de ambos, Jacqueline Stallone, tomó partido por su hijo y aseveró que “esto no fue nada más que una extorsión. Toni-Ann estaba en tratamiento diario con 65 píldoras de oxitocina (una hormona empleada en tratamientos psiquiátricos) y amenazó a Sylvester”.
“Una adicta a los fármacos haría cualquier cosa. Cuando Sylvester se hizo famoso, no tuvo que echar el anzuelo. Él intentaba ayudarla. Él se desplomó”, siguió relatando la progenitora de ambos. Vale indicar que Jacqueline tuvo al actor en su primer compromiso, y fue con su segundo esposo que procreó a Toni-Ann.
“Hubo demasiadas historias contradictorias. En aquel momento (en 1987) estaba en lo más alto y sus abogados le dijeron: ‘Dale algo sólo para que se calle’”, puntualizó la madre del celebs.
A inicios de los años 70, Sylvester Stallone había tenido breves participaciones en algunas producciones, pero él buscaba más. Fue así como empezó escribiendo guiones, pero la idea de protagonizar una película le quitaba el sueño, tanto así que se presentó al casting de “El Padrino” para los papeles de Carlo Rizzi y Paulie Gatto, los cuales no consiguió.
Así, y en la búsqueda de armar un guion que tuviese un impacto y le permitiese realizar su primera película, Stallone presenció la pelea entre los boxeadores estadounidenses Muhammad Ali y Chuck Wepner. Para conocer la historia completa, INGRESA AQUÍ.
Existen un sinfín de similitudes y concidencias entre la vida personal de Stallone y el personaje “Rocky”, ya que ambos han luchado incansablemente contra viento y marea para poder erigirse como figuras mundiales absolutas, ya sea en la realidad como en la ficción.
De hecho, el mismo Stallone confiesa que antes de que se estrenase la popular historia del boxeador, él ya se veía como el protagonista de lo que, a la postre, sería una de las grandes obras cinematográficas de todos los tiempos. No obstante, los productores tenían sus dudas respecto a ello y eso se vio reflejado en el sueldo que percibió por las primeras entregas. MIRA AQUÍ la módica suma que ganó.
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