No era ‘indestructible’. La última aparición pública de Sylvester Stallone ha generado inquietud entre todos los seguidores del actor quienes lo vieron llegar caminando con un bastón a su condecoración en la 48.ª edición de los Kennedy Center Honors, en la Oficina Oval de la Casa Blanca por su extensa trayectoria. El encargado de encarnar a personajes inolvidables como Rocky Balboa y Rambo generó más de una pregunta sobre su verdadero estado de salud.
Durante la ceremonia, Stallone recibió un emotivo reconocimiento por su aporte a la cultura norteamericana, junto a otras figuras como Gloria Gaynor, la legendaria banda KISS, Michael Crawford y George Strait, en un evento encabezado por el presidente Donald Trump y la primera dama Melania Trump.
Pero lo que terminó acaparando las miradas de todos fue un detalle inesperado. El actor, vestido con un pulcro esmoquin negro y la tradicional medalla del Kennedy Center, apareció caminando con la ayuda de un bastón negro, un accesorio que no pasó desapercibido entre los presentes ni entre sus millones de admiradores.
De inmediato salieron en redes las revelaciones que él mismo actor hizo en 2024 sobre su estado físico, durante la segunda temporada de su programa The Family Stallone. El artista confesó que las intensas escenas de acción que realizó durante décadas han dejado consecuencias irreversibles.
Recordó, sobre todo, una grave lesión en el rodaje de 'Los Indestructibles’. “He hecho cosas estúpidas”, relató lamentando el hacer las escenas de acción sin la ayuda de una doble loque le causó una lesión cervical. “Sentí un impacto tremendo… nunca me recuperé. Después de esa película, nunca volví a ser físicamente el mismo”, explicó.
Aquella escena, producto de un golpe mal ejecutado durante una secuencia de lucha, derivó en una fractura en una vértebra de cuello que obligó a los médicos a implantarle una placa metálica y realizarle una cirugía de fusión espinal para estabilizar las vértebras dañadas. Desde entonces, Stallone ha pasado por múltiples intervenciones quirúrgicas de espalda en busca de aliviar el dolor crónico y mejorar su movilidad.
La presencia del bastón en la ceremonia, por tanto, no solo refleja el paso del tiempo, sino también las huellas que dejó una carrera dedicada por completo a la acción física extrema. Pese a ello, Stallone se mostró sonriente junto a su esposa, Jennifer Flavin, posando con elegancia en la alfombra roja y agradeciendo el homenaje recibido en la Casa Blanca.
En medio de esta situación, el actor ha aprovechado sus experiencias para enviar un mensaje a las nuevas generaciones de estrellas del cine de acción. Fiel a su estilo directo, lanzó una advertencia que hoy cobra más vigencia que nunca: “No hagan sus propias acrobacias”, una frase que resume tanto su legado como las duras consecuencias que enfrentó por décadas de exigencia física en el cine.
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