Una alimentación saludable te garantiza llevar una vida plena y llena de satisfacciones, sobre todo en estas épocas de pandemia por el coronavirus. Por ello, es importante poner especial atención a tu dieta y a todos los alimentos que deben integrarla, entre los que no puede faltar la nutritiva zanahoria.
Se trata de una hortaliza muy consumida a nivel mundial por su exquisito sabor y múltiples beneficios para la salud. Puede ser preparada de diferentes maneras, inclusive se sirve cruda en ensaladas, además de ser usada también en la medicina estética.
La zanahoria es originaria del centro de Asia y del Mediterráneo. Fue cultivada y consumida en un inicio por los griegos y romanos y durante estos primeros años, sus raíces eran de color violáceo. A partir del año 1700, su tonalidad varió a naranja, por la cantidad de caroteno que aporta.
Las zanahorias son alimentos ricos en numerosos nutrientes, especialmente en vitamina A y carotenoides. Asimismo, son una fuente rica en minerales como el potasio, el fósforo, el calcio, el yodo y el magnesio. Por si fuera poco, también contiene vitamina B3, Vitaminas E y K y folatos.
El pigmento de la zanahoria, llamado betacaroteno, es un excelente antioxidante que se transforma en vitamina A, conocida también como retinol, que ayuda a promover el buen funcionamiento de la retina humana, por lo que es ideal para mantener la buena salud de nuestra visión.
Asimismo, el retinol también ayuda a ver mejor cuando hay poca luz.
Cabe indicar que la falta de vitamina A en el cuerpo puede generar una enfermedad ocular llamada xeroftalmia, caracterizada por la sequedad en la membrana conjuntiva y opacidad en la córnea.
La zanahoria es excelente para la piel ya que contiene vitamina A, B y C, además de flavonoides, los mismos que ayudan a mantener su capacidad de regeneración en el caso de una lesión extrema.
Por otro lado, los alfa y betacarotenos de estas hortalizas se convierten en antioxidantes, que colaboran a combatir la acción de los radicales libres y por ende, el envejecimiento, reducir la inflamación y acelebrar el proceso de curación.
Asimismo, la vitamina E fomenta a que la piel mantenga su elasticidad y tersura.
Finalmente, la zanahoria aporta mucha fibra, por lo que sus propiedades son ideales para combatir problemas digestivos.
Diversos estudios comprobaron que esta hortaliza aumenta la producción de saliva y jugos gástricos. Es así que es perfecta para prevenir y combatir la acidez estomacal, la formación de úlceras y mantener el buen estado de la flora intestinal.
Lo más recomendable es consumirla cruda, para aumentar los movimientos intestinales y evitar el molesto estreñimiento. Sin embargo, también es muy aconsejable comerla cocida, ya que se potencian algunos de sus compotentes astringentes, lo que evita la diarrea.
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