La noche de este martes 7 de septiembre, un sismo de 7.1 grados en la escala de Richter se registró al sureste de Acapulco causando temor en los mexicanos que evacuaron sus hogares. De acuerdo con Protección Civil de Michoacán, el movimiento se sintió en todo el estado de Guerrero.
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Tras el temblor, las redes sociales se inundaron de videos en los que se visualizaban unas misteriosas luces que iluminaban el cielo mientras este fenómeno sucedía en esta parte del país azteca, generando gran incertidumbre en la ciudadanía.
A raíz de las interrogantes que han surgido en base a ellas, te contamos qué son realmente y por qué se originaron, presta mucha atención.
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Las luces que se vieron en el cielo durante el sismo de 7.1 grados son un inusual fenómeno aéreo luminoso que aparece por encima o cerca de áreas donde hay estrés tectónico, actividad sísmica o erupciones volcánicas.
Recibe el nombre de Luces de terremoto (EQL, del inglés Earth Quake Light) y son más evidentes durante un sismo, aunque también pueden aparecer después o incluso antes.
Generalmente tienen formas similares a las de una aurora boreal y son de tonalidades entre blanco y azul, pero ocasionalmente se han reportado con un mayor espectro de color.
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El Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señala que este fenómeno se produce por el choque de las capas tectónicas, las cuales generan una carga eléctrica. Sus ondas ionizan el aire y al llegar a las nubes chocan con las cargas eléctricas, produciendo destellos.
“La interacción del movimiento del suelo con la atmósfera es real. Hay registros que muestran que con un sismo se pueden producir perturbaciones dinámicas y señales electromagnéticas”, explicó Víctor Manuel Cruz, sismólogo del Instituto de Geofísica de la UNAM a El País.
Según investigadores de la Universidad Rutgers de los Estados Unidos, las luces de terremoto son destellos lumínicos que se producen por los deslizamientos del suelo cerca de las fallas geológicas de la Tierra, los cuales provocan una carga eléctrica.
Mencionan que si bien las rocas son aislantes, éstas son buenas conductoras de electricidad en su superficie. Este fenómeno fue descubierto por el físico mineralogista Friedemann Freund.
El año 2001, el físico de la NASA Friedemann Freund presentó una de las teorías que son aceptadas respecto a este fenómeno. Él mencionó que debido al alto nivel de estrés de las rocas se producen cargas electrónicas, haciendo que las mismas rocas se conviertan, de forma momentánea, en semiconductores eléctricos; es decir, estas luces se originan por el gran aumento de carga eléctrica en el suelo cuando se mueve la corteza terrestre.
“Cuando las piedras de la corteza terrestre crecen y se doblan por las fuerzas tectónicas, las cargas electromagnéticas latentes son liberadas y dan lugar a una deslumbrante variedad de fenómenos, que incluso forman parte del folclore asociado a ellos en varias partes del mundo. Estos fenómenos van desde señales eléctricas y magnéticas anómalas, hasta luces de terremotos que alumbran las cimas de los cerros, y generan comportamientos extraños en los animales (…) Todo por una única causa: el despertar y propagación de cargas normalmente latentes en las rocas más profundas de la Tierra”, mencionó el especialista.
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