La viruela del mono se propaga más allá de África, donde es endémica, llegando a registrar cerca de 400 casos confirmados, además de decenas de sospechosos. La enfermedad preocupa porque aún no hay una vacuna masiva ni un tratamiento específico. Sin embargo, ¿qué pasa con las personas que se vacunaron contra la ya erradicada viruela?
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La viruela del mono es una rara enfermedad zoonótica viral, que ya ha tiene 362 casos fuera de África, confirmando, además, su presencia en América Latina. México y Argentina informaron su primer caso y se analizan otros posibles en Ecuador y Perú.
La situación ha obligado a tomar medidas sanitarias preventivas, como cuarentenas y uso de mascarillas, así como mayor control en los aeropuertos, aunque es difícil detectar dado que el periodo de incubación es de 6 a 16 días, incluso se puede extender hasta 21 días, según la OMS. Se trata del mayor brote mundial de la enfermedad, fuera del continente de África, a lo que entre las numerosas preguntas que brota está: ¿Qué pasará con las personas que se vacunaron contra la viruela hace casi 50 años? ¿Tendrán inmunidad?
Las personas que ya se vacunaron contra la viruela hace varias décadas, estarían libres de desarrollar una infección grave por la viruela símica. De contraer la enfermedad, sólo padecerían síntomas leves para recuperarse posteriormente, indica el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, de acuerdo con el diario The New Yok Times.
Este grupo de personas fue vacunado hace como 50 años y aún su respuesta inmunológica sería muy alta, de acuerdo con estudios. “La conclusión es que incluso aquellos que fueron vacunados muchas décadas antes mantuvieron un nivel muy, muy alto de estudios y la capacidad de neutralizar el virus”, dijo el doctor Luigi Ferrucci, director científico de la menciona institución.
No obstante, advierte, que nadie puede confiarse, debido a que la respuesta inmune varia de persona a persona.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que los mayores de 50 años están más protegidos contra la viruela, debido a que la totalidad de las personas mayores de esa edad están vacunadas contra la viruela, que tiene una eficacia del 85% de protección ante la viruela símica.
El mundo dejó de vacunar a la población general contra la viruela en 1972, y el último caso mundial conocido se detectó en África en 1977. En 1979, la OMS dio por oficialmente erradicada la enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que las poblaciones más vulnerables a la viruela símica son los niños y los jóvenes, debido a que no han sido vacunados contra la enfermedad. Detalla, incluso, que la mayoría de las defunciones ocurre en niños pequeños. En el caso de contagio de una mujer embarazada, “se lo transmitiría al bebé y podría provocar un aborto”.
En los recientes casos en jóvenes adultos, las autoridades sanitarias de países europeos, así como la OMS, vienen destacando que el contagio - en la mayoría de casos-, se viene dando a través de las relaciones sexuales, sobre todo en parejas del mismo sexo, y que los casos pueden aumentar con la llegada del verano en el Viejo Continente, donde hay fiestas y festivales.
Los síntomas de la viruela del simio en lo seres humanos son similares a los de la viruela, pero un poco más leves. Duran de 14 a 21 días. Estos son:
La viruela del mono es capaz de infectar ardillas, ratas, ratones, conejos, monos, perritos de las praderas y humanos. Se puede contagiar o transmitir de la siguiente manera:
La tasa de letalidad en la viruela símica ha variado mucho en las distintas epidemias, pero ha sido inferior al 10% en los casos documentados. La mayoría de las defunciones se produce en los niños pequeños, pero también en los grupos de edad más jóvenes.
La tasa de la letalidad de la viruela erradica era de 30%, especialmente en bebés. Además, a los sobrevivientes, dejaba cicatrices por todo el cuerpo y, en algunos casos, ceguera. En 1967, cuando comenzó la campaña de erradicación de la OMS, se registraron 2,7 millones de muertes por viruela en el mundo.
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