¿Tienes ganas de mudarte a la mejor zona de Nueva York? El empresario multimillonario Carlos Slim ha puesto en venta una mansión en la Quinta Avenida de Manhattan, Nueva York, nada menos que a US$80 millones.
Se trata, según StreetEasy, de la propiedad más cara disponible en el mercado neoyorquino. Sin embargo, no es la primera vez que el magnate mexicano la pone en venta, pues en 2015 ya había intentado hacerlo y al mismo precio. El récord de la propiedad más cara vendida en la ciudad es de U$59 millones y fue en 2021.
Slim compró la mansión en 2010 por US$44 millones, pero no se sabe si en algún momento la habitó o solo fue una inversión. Su anterior dueño fue el empresario ruso Tamir Sapir.
¿CÓMO ES LA MANSIÓN QUE VENDE CARLOS SLIM EN NUEVA YORK?
La propiedad no solo es atractiva por su gran tamaño, sino también por su llamativa fachada, cuyo diseño se encargó la firma de Welch, Smith & Provot, quienes se inspiraron en el estilo palazzo del Renacimiento italiano y en elementos de Bellas Artes.
Fue construida para Benjamin N. Duke, quien era presidente de American Tobacco Company. A continuación, algunos datos de la mansión ubicada en el 1009 de Fifth Avenue, que es considerada una auténtica obra maestra de la arquitectura, al grado que ha sido declarada Monumento Histórico de Nueva York:
- Fue construida entre 1899-1901
- Tiene un valor de US$80 millones, es la casa más cara jamás vendida en Nueva York
- Tiene una extensión de 20,000 pies cuadrados distribuidos
- Tiene cinco plantas
- Tiene ocho habitaciones
- Tiene 10 baños
- Vestíbulo
- Sala de estar
- Comedor
- Cocina
- Cuarto de lavado y otras comodidades, como su propia galería y una biblioteca
- Tiene 11 chimeneas de mármol y molduras ornamentadas
- La terraza tiene una vista hacia Central Park y del Museo Metropolitano de Arte.
¿POR QUÉ NO SE HA VENDIDO LA MANSIÓN DE SLIM EN NUEVA YORK?
Además del elevado precio, hay versiones sobre supuestos fenómenos paranormales, lo que ya habría impedido la venta de la casa en una primera ocasión, en 2015. Esto, aunado a las elevadas cifras de mantenimiento e impuestos que se deben de pagar por la misma, sería lo que haría difícil darse el gusto de comprar una importante pieza histórica en la Gran Manzana.