El fotógrafo Gary llegó a buscarme junto a su reportero estrella, el gigantón ‘Barney’, y el chofer ‘Cañamero’. “María -me dijo Barney- el otro día cubrimos la captura de ‘Los Buitres de Cerro Candela’, quienes al mismo estilo de los mafiosos de los años cuarenta en los Estados Unidos, cobraban ‘cupos’ a los camioneros, pero ellos se los cobraban a los microbuseros. Llegaban hasta los paraderos iniciales para ‘ajustar’ a los transportistas. Tenían que entregarles 20 soles por día. ¿Te imaginas? Son decenas de empresas de transportes formales e informales, y todavía de ‘yapa’, también abusaban de los mototaxistas. ¡¡Pobre del chofer que se negara a pagar el cupo!! Si eran mototaxis, los incendiaban, si eran microbuses, mandaban ‘pirañas’ a bajarles las llantas todos los días o los asaltaban en la ruta.
Lucio Ocaña Janampa, alias ‘Cholo Masca’, es el cabecilla, un hampón con harto prontuario policial, con antecedentes por robo, extorsión y tráfico ilícito de drogas. ‘Trabajaba’ con su amante, como la tristemente célebre pareja Bonnie and Clyde. La escultural Rosario ‘Charito’ Mancilla era ‘la carnada’. Ella se hacía amiga de los dirigentes de los transportistas para averiguar sus direcciones, sus teléfonos, sus movimientos financieros. Muchos transportistas cansados de las extorsiones de ‘Los Buitres’, los denunciaron con la policía. Cuando allanaron su guarida en el Cerro Candela, capturaron a ‘Charito’ y tres de sus cómplices.
El ‘Cholo Masca’ huyó como las ratas, abandonando a su pareja. En la covacha, la policía encontró quince mil soles en billetes y tres mil en monedas, la ‘chamba’ de tres días, además de 40 celulares, laptops, tablets robadas, también marihuana y pasta básica. María, conversé con los transportistas de la legendaria Línea 70, que llega desde Puente Piedra cruza San Martín de Porres, Centro de Lima, La Victoria, San Borja, Surco y Chorrillos, y me dijeron: ‘Barney, pon en tu periódico que nosotros ahora circulamos con los carros vacíos por la cuestión del distanciamiento. Antes nuestra ruta tenía micros llenos. Trabajamos a pérdida y estos sinvergüenzas todavía nos extorsionaban porque recorremos gran parte del distrito de San Martín’.
La policía está tras la caza del ‘Cholo Masca’, pero lo más probable es que ese delincuente se haya mudado a otro asentamiento humano, en donde hay últimos paraderos de microbuses, para volver a extorsionar”. Pucha, la delincuencia se ha puesto peor en épocas de crisis. La Policía tiene un arduo trabajo, especialmente de inteligencia para dar golpes a todo tipo de mafias. Me voy, cuídense.
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