Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un sabroso estofado de res, con papita amarilla, arroz blanco graneadito y su rocotito molido. Para la sed se pidió una jarra de agua de emoliente con cebada.
“María, ahora que estamos en plena Semana Santa, la multitud de fieles en todo el Perú demostrará la inmensa fe religiosa de nuestro pueblo. Por eso, constituye una falta de respeto temeraria los esfuerzos por dañar a la Iglesia Católica y otras religiones, como la evangélica, por parte de ciertos grupúsculos de redes sociales que no representan a nadie.
Nadie niega que, por ejemplo, hayan sacerdotes abusadores sexuales que han hecho mucho daño, por ello está bien que se denuncie y se les castigue con todo el peso de la ley a ellos y a los que los encubren. Tampoco niego que existan falsos pastores que se aprovechan de la gente humilde para sacarles dinero, pero no se puede generalizar. Lo que veo actualmente -especialmente en redes- es una falta de respeto a la fe del pueblo de personas que dicen no creer en Dios -y están en su derecho-, pero estos tienen en común la arrogancia, soberbia y la malcriadez, pues se permiten menospreciar, criticar y burlarse de los creyentes. Las personas que profesan la fe en Dios merecen tanto respeto como los agnósticos y ateos.
Si no crees en Dios es tu decisión y está muy bien. Nadie tiene por qué burlarse de ti ni menospreciarte. ¡Pero tú también respeta a los que sí creen! No te creas el ‘bacancito’ en las redes sociales. Un poquito más de humildad. Como el cantante de rock, Salim Vera, quien escribió un penoso ‘tuit’ que decía: ‘No hay mejor iglesia que la que arde. Adiós Notre Dame’. Bien dicen que la ignorancia es atrevida. Pobre tipo, pretendió hacerse el diferente, el muy ‘moderno’ y terminó lapidado por su comentario. Como te decía María, la inmensa mayoría de peruanos, más de 26 millones, según el Vaticano, son católicos y no es ninguna exageración.
Basta con ver los homenajes que se realizan en Semana Santa o la cantidad de fieles que asisten a la procesión del Señor de los Milagros, no solo a la principal, que sale del santuario de Las Nazarenas, sino también a las que se hacen en diferentes barrios de Lima. En nuestro país hace falta que aprendamos a respetarnos y aceptarnos. Repito:
‘Si no crees en Dios es tu decisión y está muy bien. Nadie tiene por qué burlarse de ti ni menospreciarte, pero tú también respeta a los que sí creen’. No mientas, no juegues sucio, no te creas el bacancito. Un poquito más de humildad, por favor”. Pucha, cuánta razón tiene mi amigo Gary. En el Perú hay que aprender a respetarnos y cuando lo hagamos de verdad, cambiarán las cosas. Me voy, cuídense.