Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un espectacular seco de cabrito con frejoles y arroz graneado. Para tomar pidió una jarrita de cebada tibia. “María, quiero seguir hablando de los emprendedores, pero también de los peruanos exitosos en el mundo, esos que nos dan orgullo y son ejemplo para todos.
Uno de ellos es Diego Olcese, quien con poco dinero en el bolsillo pero con un mar de creatividad en el cerebro fundó Crehana, la plataforma de educación virtual que actualmente cuenta con más de 200 mil alumnos en 15 países.
Le bastó una visita a Silicon Valley, el emporio tecnológico de California, para apostar por el emprendimiento digital. Otro es el caso de los hermanos Nemecio, Prudencio y Alejandro Torvisco, dueños de Anypsa, la fábrica de pinturas más exitosa del Perú.
A mediados de la década de los 80, un joven Nemecio Torvisco, de apenas 14 años, vendía golosinas en la puerta del cine Riva Agüero, en El Agustino. A la par trabajaba en una carpintería y ahorraba todo lo que podía. Uno de sus hermanos perdió su empleo en una fábrica de pinturas, pero como ya conocía el negocio decidió dedicarse a la venta de pinturas.
Los buenos resultados les dieron una nueva idea: iniciar una fábrica. Los hermanos tomaron los ahorros que tenían y los invirtieron en la compra de un motor eléctrico. Fue así como empezó Anypsa.
Ahora cuentan con una fábrica enorme en Comas, desde donde abastecen a todo el país. O sea, de ambulantes y obreros a empresarios exitosos. Hay un denominador común en estas historias: la perseverancia, la innovación y la adaptabilidad al mundo empresarial.
Además, los emprendedores están dispuestos a asumir riesgos calculados, aprender de los errores y buscar siempre nuevas oportunidades para crecer. Si quieres ser como ellos, sigue estos valiosos consejos:
No temas trabajar más horas que cualquiera. Luego del esfuerzo viene la satisfacción. Primero se siembra y luego se cosecha.
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