Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pescadito frito con una porción de arroz, papas nativas sancochadas, ensalada de cebolla, jugo de limón y, para tomar, una manzanilla calientita. “María, nuestro país tiene tanta historia, tantos monumentos y bellezas naturales que es un destino turístico obligado para millones en todo el mundo.
En 2019 el turismo aportó al Producto Bruto Interno más que cualquier otra actividad económica, con la excepción de la minería y la pesca. Sin embargo, en la actualidad bajó al quinto lugar, como es lógico, tras verse afectado por las restricciones sanitarias y de desplazamiento debido a la pandemia.
Pese a todo, se espera que este año lleguen más visitantes pues 21 destinos turísticos han obtenido el ansiado sello ‘viaje seguro’, y se espera que otros sitios más de nuestro país lo consigan antes de que acabe este 2021.
Machu Picchu es sin duda nuestro atractivo turístico más conocido en todo el mundo. La ciudadela inca que domina el valle del río Urubamba y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno. Por eso, es enorme su importancia como imán para atraer a visitantes de todo el planeta.
Pero no es lo único que tenemos. Ahí están el valle del Colca, en Arequipa; las Líneas de Nazca, así como la Reserva Nacional de Paracas y las islas Ballestas, en Ica; Kuélap, en Amazonas; Caral, en Lima; el lago Titicaca, en Puno; el Parque Nacional de Manu y la Reserva Nacional de Tambopata, en Madre de Dios; el río Amazonas, en Loreto; el Valle Sagrado de los Incas, la Montaña de Colores o el Camino Inca, en Cusco; el Parque Nacional del Huascarán, en Áncash, y muchos más.
Hace unos días el Perú volvió a ser declarado campeón mundial de avistamiento de aves, por las más de mil trescientas especies identificadas. Siempre me ha gustado viajar y espero con ansias el momento de volver a hacerlo. Regresar a Machu Picchu y también ir a Piura y Tumbes para ver a las ballenas jorobadas que arriban de la Antártida. Un espectáculo emocionante y sobrecogedor.
Por todo esto y mucho más, creo que los peruanos no solo estamos obligados a amar a nuestro país, sino a valorarlo más y cuidarlo. Debemos hacer todo lo posible para no contaminarlo, para no ensuciar las calles. A los turistas hay que tratarlos bien y protegerlos, pues su presencia da trabajo a muchos peruanos. En nuestras manos está hacer del Perú un lugar mejor”. Gary tiene razón, me voy, cuídense.