El Chato Matta llegó al restaurante por un cebichito de doncella, una chita frita con arroz blanco y su jarrita de limonada frozen porque estaba hirviendo por dentro. “María, la vida da muchas vueltas. A mí me pasan cosas muy extrañas, yo no las busco, me encuentran. Algunos amigos creen que son mentiras, si supieran. Te cuento que me volví a ver con ‘Carito’ después de más de 15 años. En mis tiempos de locura viví una volcánica relación con ella. Era de y hasta pensé en casarme. Ella era una chica de pueblo, sana, hermosa, con una dulce sonrisa. Pero en ese tiempo yo andaba con ganas de irle a todo lo que se movía. La noche era mi amante. siempre han sido mi perdición. Nos íbamos a casar en su tierra, tenía todo preparado, pero me dejé llevar por los consejos de Pancholón. Ahora regresaba a mi vida madurita y con todo bien puesto. En su punto.

Mira también:

Se divorció de un ingeniero y se quedó con una hermosa casa de campo, bastante ganado y buena cuenta bancaria. Vive tranquila y se da sus lujos. De frente me dijo: ‘Chatito, los dos estamos solos, vámonos a vivir juntos al campo. La gente es buena y no hay delincuencia como en Lima’. Pero otra vez apareció Pancholón.

‘Chato, ya te dije, no seas sano como el doctor Chotillo, que le cree todo a las trampas. Estás soltero, manejas tu billetito y eres full ‘dame que te doy’. He conocido a una ‘chamita’ de un metro ochenta en el bar de Puchungo que es una preciosura. A tu edad ya no estás para pegarla de enamorado fiel. Allá en ese pueblo te vas a aburrir. La vida es una sola y la pampa es para todos, abre que voy’.

Lo primero que me había dicho ‘Carito’ por ‘wasap’ fue: ‘Chato, no cometas el mismo error, no te dejes llevar otra vez por ese pecador y ‘diablo gordo’ de Pancholón, que solo sabe sacarle la lengüita a las chicas y enamorar a las mujeres de sus amigos. Ese sinvergüenza va a arder en el infierno como Satanás’.

Carito nunca olvidó Chato Matta

‘Carito’ me invitó a una cena romántica. ‘Chatito, nunca te pude olvidar. Hacía el amor y pensaba en ti. Después de mi divorcio no he salido con nadie. Siempre fuiste el amor de mi vida’. Después de unos rones en las rocas, nos amanecimos y ardimos de pasión: ‘Osito, ahora sí vámonos a vivir a mi tierra. Tú cocinas bien, te vas a acostumbrar y no te va a faltar nada. Acá en la capital te pueden asaltar y matar por robarte tu carro’.

Me gustaba ‘Carito’, pero prácticamente me estaba diciendo que vaya a convertirme en el guardián de su casa. Cuando era chibolo había una serie, ‘Quién manda a quién’, con Tony Danza, que era el amo de casa y su jefa una exitosa mujer. Esa serie me vacilaba y decía: ‘Yo también voy a tener una mujer que me mantenga’. Pero ahora no le veo la gracia.

Soy callejero, me gusta la noche y las traviesas como a Pancholón. Nunca voy a ser como esos ‘pisadazos’ que le piden permiso a sus mujeres hasta para ir al baño. ‘Carito’ no puede domesticarme. Esperaré que pase Semana Santa para decirle que todo quede ahí”. Pucha, ese Chato está tirado para el mal. Y otra vez venció ‘Satanás’ en el cuerpo gordo de Pancholón. Ojalá que ‘Carito’ encuentre a un hombre bueno. Me voy, cuídense.

TE PUEDE INTERESAR

Contenido sugerido

Contenido GEC