
Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un espectacular ají de gallina con su huevito duro, aceituna y arrocito graneado. Para tomar pidió una jarrita de chicha morada. “María, qué orgullo que el mundo entero aprecie nuestros paisajes naturales y la belleza del Cusco y Machu Picchu en la película ‘Transformers: El despertar de las bestias’, que ayer se estrenó en el Perú y en unos pocos días lo hará en todo el planeta.
Los actores y personal técnico del filme no han escatimado elogios a nuestra gente, nuestros parajes y ese aura que pocos sitios del mundo tienen. Como dijo el embajador del Perú en Estados Unidos, esta debe ser una vitrina para que más producciones de Hollywood hagan sus locaciones en territorio peruano.
Nos debemos convertir en una meca de las películas, como México, España o Italia. Filmar en Estados Unidos es muy caro, por eso los empresas como Paramount o Warner buscan abaratar costos y hacer las películas en lugares como el Perú.
Se dice que la nueva saga de Transformers gastó más de 10 millones de dólares en hotelería, alimentación, traslados, guías turísticos, de pymes, en Cusco y Tarapoto. Todos se beneficiaron, desde los dueños de hoteles a los mozos, artesanos, taxistas, choferes, guías, empresas de catering.
El turismo es la industria sin humo. Por eso no entiendo cómo hay gente que anuncia más huelgas y paros que lo único que hacen es perjudicar a los más pobres, a los trabajadores. Aprovechemos esta película para relanzarnos como uno de los principales destinos turísticos del mundo.
Lo tenemos todo: hermosas playas, selvas extraordinarias, el río más caudaloso del mundo, el Amazonas, ruinas majestuosas, fauna diversa, gastronomía de primera y un largo etcétera.
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