Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un churrasco jugosito con arroz graneado, papitas doradas, ensalada y, para tomar, un emoliente al tiempo. “María, leía en Trome que las peruanísimas ocopa y salsa de ají amarillo están en el top tres del ranking de las mejores salsas del mundo.
Son solo dos nuevos reconocimientos más a nuestra rica y variada cocina, admirada en todo el mundo. Por eso, es doblemente penoso que los niveles de anemia y desnutrición en el Perú sean elevados. Muchísimos niños las padecen, y eso es terrible, pues en muchos casos impide que esos menores desarrollen todas sus capacidades físicas y mentales, condenándolos a la pobreza.
Para alimentarse bien, que no es igual a comer bastante, no se necesita mucho dinero. Todos o casi todos podríamos tener una alimentación de calidad si se saben elegir los alimentos claves, esos ricos en nutrientes. Trome, desde hace tiempo, está en campaña contra el flagelo de la anemia. Los nutricionistas, por ejemplo, señalan que la sangrecita no puede faltar. Se puede servir en varias presentaciones. Por ejemplo:
*Chaufa de sangrecita. Es barato, delicioso y fácil de hacer. Se necesitan solo dos tazas de arroz, cuatro cucharadas de aceite vegetal, dos huevos, 10 cucharadas de sangrecita sancochada, cuatro cabezas de cebolla, sal y pimienta al gusto. Se prepara el arroz graneado, se fríen los huevos batidos con sal y pimienta y se pican en cubos pequeños. En la sartén se fríe la sangrecita sancochada y picada. Se mezcla con el arroz, cebolla china y huevos. ¡Y listo!
Tampoco pueden faltar las espinacas, el hígado y otros órganos, las legumbres, quinua, pavo, brócoli, tofu, carne roja y hasta el chocolate negro. También están los pescados azules, pues son ricos en hierro y proteínas. Algunos de ellos son el jurel, anchoveta, bonito, sardina o la merluza. Con la mayoría de estos productos se pueden preparar recetas económicas. Solo es cuestión de interesarse y poner manos a la obra”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
Contenido GEC