Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un estofado de pavita con lentejita, arroz graneado y ensalada de tomate y cebolla. Para tomar pidió naranjada. “María, el viernes la Policía abatió al peligroso asesino y asaltante Christopher Joseph Fuentes González, ‘Maldito Cris’, cuando salía de su escondite en un hotel de San Martín de Porres.
El Perú entero aplaude el accionar de la Policia y pide la misma mano dura contra los demás delincuentes que aún siguen libres en la calle y poniendo en zozobra a la población con sus asesinatos, robos, extorsiones y estafas. Hay que seguir capturando a los cabecillas estén donde estén, ubicando sus guaridas y los lugares que frecuentan.
Las mafias, en especial de los venezolanos, se han ido apoderando de a pocos de los negocios de la prostitución, el sicariato, los cupos y hasta de los préstamos informales o ‘gota a gota’. Estos antisociales han venido al Perú a reproducir lo que pasaba en su país: matar, explotar a mujeres y vender drogas, entre otras actividades. Nicolás Maduro, el dictadorzuelo venezolano, tuvo la ‘gran genialidad’ de desprenderse de estos maleantes incentivando que se vayan y abriéndoles las fronteras, aprovechando la debilidad de las naciones vecinas.
Esos delincuentes que nos mandó no tienen remedio. Esos jamás se van a reintegrar a la sociedad. Están acostumbrados a la violencia, a la muerte, a la plata fácil. Ya es hora de que el gobierno de Dina Boluarte se ponga los pantalones y los detenga o expulse. Menos mal el Congreso aprobó hace unos días una ley que permite expulsar de nuestro territorio a todo aquel malhechor extranjero que delinque en estos lares.
Pero eso no basta, hay que perseguirlos, no esperar a que roben o maten para salir a buscarlos, como ha pasado con ‘Maldito Cris’ o Sergio Sarache, el venezolano que quemó viva a una chica porque no quiso seguir con él. No hay que darles respiro. Capturando a los cabecillas, como se hizo con Sendero Luminoso y el MRTA, las organizaciones criminales caerán.
Y no hay que hacerles caso a esos ‘líderes de opinión’ y ONG que defienden a los asesinos y pistoleros con el pretexto de los derechos humanos. ¿Y los derechos humanos de las víctimas? A esos malditos sicarios y rateros hay que mandarlos a Challapalca o a una prisión similar, apenas con comida, para que paguen por sus delitos y sientan realmente el castigo.
Porque en las demás cárceles viven a cuerpo de rey, con televisores, celulares, comida de afuera y hasta con mujeres. Encima desde adentro siguen extorsionando y ordenando muertes de gente inocente. Eso no se debe permitir. Ya es hora de enfrentar al hampa con la fuerza de la ley y las armas. Ya estamos cansados”. Buenas palabras de Gary. Me voy, cuídense.