Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una milanesa de pollo con arrocito blanco, papas fritas y ensalada de lechuga. Para tomar pidió una jarrita de naranjada. “María, en este mundo tan peligroso hay que tener mucho cuidado no solo con las malas juntas, sino también con recibir dinero cuyo origen no sabemos.
Es verdad, miren nomás lo que está pasando con el caso ‘Chibolín’, donde sus hijas Jossety y Génnesis están a punto de ser incluidas en la investigación por lavado de dinero que se sigue a su padre. Es que, según el contador del animador y también el muchacho cubano Eduardo Romero Santana que lo ayudaba, Andrés Hurtado les enviaba todos los meses remesas de 30 mil dólares a Estados Unidos, donde viven las jóvenes. Por eso, hay que preguntar siempre de dónde viene el dinero que nos depositan o envían familiares.
La cosa no es solo voltear la mirada y hacerse los locos. Podemos acabar como Jossety y Génnesis, quienes viven como millonarias, incluso alquilando una mansión en el condado de Orange, en Los Ángeles. Las organizaciones criminales recurren a métodos como transferencias electrónicas, compras de bienes de lujo, creación de empresas fantasmas, paraísos fiscales, etc. para hacer pasar como legítimo su dinero y evadir el control de las autoridades. Que no nos confunda el oropel, el dinero, los autos de lujo o los viajes. Todo eso se puede lograr, pero de manera legal. Sino uno acabará con sus huesos en la cárcel como ‘Chibolín’.
El estudio y trabajo trae progreso
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