Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un lomito saltado bien jugoso, con arrocito blanco, rocotito molido y una jarrita de chicha morada heladita.
“María, la violencia se desborda en todas sus formas, con salvajes feminicidios, delincuencia que campea y asesina hasta por un celular, vandalismo en las calles y barras bravas. Ni nuestros abuelitos están libres del abandono de los hijos y otros actos violentos. No puedo ni imaginar cuánto dolor tendrán que superar las hijas de esa mujer vendedora de jugos, en Los Olivos, asesinada de un balazo en la cabeza por su expareja, quien a la vez se suicidó. Quedan huérfanas de una horrible tragedia y necesitan urgente ayuda. Y en otro hecho reciente, en San Martín de Porres, para robarle 4 mil 500 soles, un delincuente disparó a un hombre que tenía a su hijito en brazos.
Estamos en una vorágine de violencia en la que los impulsos dominan toda razón, sin más mínimo reparo por la vida. Para colmo, el sistema de justicia demora demasiado en poner tras las rejas a los culpables o hasta los dejan libres. El destacado médico psiquiatra Carlos Bromley señaló a Trome que ‘nuestra sociedad está formando cada vez más sociópatas por el mismo entorno violento’. Explicó que, a diferencia de los psicópatas (nacen con cierta predisposición biológica que se fortalece con características como crecer en hogar violento, disfuncional), los sociópatas generalmente nacen y crecen en familias también de características sociopáticas, violentas, delictivas. Al igual que los psicópatas, no sienten temor ni remordimiento.
La Policía tiene, incluso, mapeadas ‘zonas rojas’, donde se aprende que la manera de vivir es violando normas, haciendo cosas para propio y único beneficio, sin respeto y sin límites. Algunos delinquen desde niños. Pasan de ‘pirañitas’ a pandilleros y al crimen organizado. Crecen también adolescentes sicarios. Y la responsabilidad de tanta violencia y sus consecuencias nos salpica a todos. Bromley remarca la necesidad de construir política de Estado contra la violencia con base siempre en la familia (valores, buen ejemplo) y apoyo del colegio (no solo académico, sino tutoría y consejería). Y aconseja evitar estos riesgos:
- Hogares disfuncionales, violencia intrafamiliar, abandono, carencias emocionales.
- Padres mentirosos, irresponsables, que no respetan, coimean, obtienen cosas de modo ilícito.
- Violencia barrial, peleas callejeras. Entorno que protege a delincuentes y enfrenta a la Policía.
- Consumo de alcohol, marihuana u otras drogas.
- Niños de 6 o 7 años, con enuresis (no controla esfínteres), crueldad con animales y tendencia a jugar con fuego son signos de posible conducta psicópata.
El experto también dijo que de notar problemas en sus hijos, se busque ayuda en un Centros de Salud Mental Comunitario”, Gary tiene razón. Fortalezcamos la familia. Es lo único que puede evitar tanta maldad que vemos a diario. Me voy, cuídense.