Mi amigo, el fotógrafo Gary, pidió por delivery una deliciosa jalea de pescado y, para tomar, una chicha morada fresquecita. “María, hoy Jueves Santo hemos empezado una nueva cuarentena, de solo cuatro días, pero muy especial, porque se da cuando el mundo conmemora la pasión y muerte de Jesús en la cruz. Perú es un pueblo profundamente creyente, católico y es en momentos tan difíciles como los que vivimos por la pandemia que debemos ayudarnos más unos a otros, especialmente a los adultos mayores, los niños, los enfermos y los más vulnerables.
La Iglesia nos recuerda que la Semana Santa es una nueva oportunidad de abrazar a Cristo crucificado y resucitado, pero con el corazón, con fe y espíritu de oración y unión familiar. En estas épocas difíciles, todos nos reinventamos. Los sacerdotes se han vuelto expertos con las redes sociales para transmitir la palabra de Dios y así logran llegar a más gente. Pero su esfuerzo no queda ahí, sino que de diferentes maneras procuran que hombres y mujeres sientan que el Señor no los abandona.
Allí están las obras de servicio que realizan, liderando campañas de ayuda material y espiritual, visitando enfermos, procurando proteger a los más desvalidos y reforzando la labor misionera y solidaria de las parroquias que hoy son centros de acopio para ollas comunes, albergues y otros. Estos días, que en años anteriores muchos los usaban para hacer viajes de diversión y juergas con alcohol y otras sustancias, servirán para estar en casa, con la familia, para aprovechar el tiempo al lado de los que más queremos. No esperemos que un familiar caiga enfermo para valorarlo. Por todo esto, hay que vivir en familia la Semana Santa con reflexión, oración, unión y amor.
- El Arzobispado de Lima señala que estamos aislados físicamente, pero unidos espiritualmente.
- Siga las misas virtuales y otras celebraciones religiosas que se transmitirán a través de las redes sociales.
- Únase en oración por la familia, los enfermos, fallecidos, los médicos, enfermeras, personal de primera línea contra el coronavirus.
- Reflexione qué puede mejorar para ayudar en casa y al prójimo. Sea también agradecido por tener salud, familia, trabajo.
- Vea con sus niños algunas películas sobre la vida de Jesús, hable con ellos.
- Si no es cristiano o no profesa ninguna religión, respete la devoción de los demás. Viva estos días cuidándose en casa y con tranquilidad”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.