La Seño María

La seño María: Chotillo vs. Pancholón

Chotillo presume con su circulo de hacer la real fiestita en su búnker de Las Casuarinas a ritmo de Zaperoko
La seño María: Chotillo vs. Pancholón | (Imagen referencial Getty)

Mi amigo, el Chato Matta, llegó al restaurante por un aguadito de pollo calientito con mollejitas, patitas y corazoncitos. Le puso ají y limón para componer el cuerpo. “María, hace unos días se volvieron a encontrar el gran Pancholón y el doctor Chotillo, quien acaba de llegar de Europa y lo llaman de radios y canales de televisión para entrevistarlo. Pusieron salsa a todo volumen con Zaperoko. ‘Ya verás cómo tú/ algún día llorando/ me pedirás perdón/ Y verás cómo yo/ aunque te siga amando/ te gritaré que no/… Será la revancha de mi amor/ así como tú me has hecho sufrir/ vas a sufrir/ Y aunque te vea llorando/ aunque me vea llorando/ te gritaré que no…’.

CHOTILLO: Pancho, la semana pasada leí la columna de tu aventura con N’Samble y las venezolanas. Te cuento que esas fiestas y ‘privaditos’ los hago casi todas las semanas en mi búnker de Las Casuarinas. Veo que ya estás viejo y te emocionas por unos pantaloncitos. En cambio, yo convoco personal A-1, de otro nivel, tomamos champán Don Perignon, whisky etiqueta azul y liquidamos en hotel cinco estrellas. Lo siento, pero estás de bajada. Viajo por el mundo y me baño en playas del Caribe. Si quiero darme un gusto, me lo doy y pago capricho, mientras tú haces ‘chanchita’ para unas cervezas...

PANCHOLÓN: Chotillo, me das pena. Tu cara no puede disimular la envidia y la mala leche. Eres malo con tu boca. Por eso las mujeres dicen que eres atorrante, patán. Un hincha como tú no me va a poner al centro. Yo te di color. Ya te dije, mientras tú eras un estudiante universitario, sanazo, yo ya era consagrado en la ‘pampa’, caminante. Trabajo al carisma, tengo sangre con las flacas y siempre cumplí en la intimidad.

CHOTILLO: Te botas mucho y no cuentas que tienes que ir a la segura con tu pastillita de 100, más bien, guarda con el ‘bobo’. Esas ‘chamitas’ hacen hora contigo y se van, al final te quedas solo, triste y vacío.

PANCHOLÓN: La soltería es mi esposa. La soledad, mi conviviente. Soy callejero toda la vida. El día que quiera ir a mis cuarteles de invierno, bajo la persiana y contrataré a una enfermera cama adentro.

CHOTILLO: Gordito, ya todos te tienen volteado. Deja de sacar la lengüita a las enamoradas de tus amigos…

PANCHOLÓN: Chotillo, me caes bien, pero al igual que en la selva, los leones salen a cazar. Yo soy como soy, si te veo con una mujer que me gusta, voy a partirte. Somos varones y paradores, ya sabes, la pampa es para todos…

CHOTILLO: No vas a poder, ya estás viejo Pancho. Más bien, cuídate de la próstata y los triglicéridos”. Otra vez estos tramposos con sus cochinadas. Cuándo será el día en que cambien realmente. Me voy, cuídense.


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