Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una rica carapulcra chinchana con arrocito blanco y rocotito molido. También se pidió una taza de anís caliente para bajar la grasita. “María, qué gusto me da leer noticias de jóvenes estudiosos que logran sus metas en base a mucho estudio y sacrificio. Tal es el caso de Richard Leonardo Londoñe, de solo 15 años, quien logró el primer puesto en la Universidad Nacional de Ingeniería y estudiará Ingeniería Industrial. Este chico es hijo de un empleado municipal que gana el sueldo mínimo y su mamá es vendedora de frutas en el mercado Unicachi.
Como se dice: “Se necesita no solo conocimiento académico, sino control de emociones, organizarse, tener disciplina y apoyo familiar”. Pero algunos, pensando solo en lo difícil que es, ni se atreven a intentar superarse. Se ponen trabas solos y otros ni han acabado el colegio, pues prefieren ‘matar su tiempo’ en vicios de la calle; en la televisión con sus figuras de ‘realities’ que valoran el cuidado del cuerpo y sacar músculos, pero no alimentan el cerebro.
Se deslumbran con series de narcos que solo hacen gala del dinero fácil en un ambiente de drogas, lujos, mujeres y poder, pero al final simplemente acaban en la cárcel o muertos. No es difícil darse cuenta de que en el hogar del joven Richard Londoñe hay un apoyo familiar y disciplina que en estos tiempos escasea, ya que en muchos hogares los hijos hacen lo que les da la gana y no respetan a sus padres. Por eso se aconseja:
*Estudia y procura buenas actividades de tiempo libre.
*No te des por vencido. Si hoy no das una buena prueba, que no sea el final, sino solo un reto para mejorar.
*Padres: involúcrense en el desarrollo emocional y educativo de sus hijos.
*Aléjate del camino fácil. Puede tentar, pero lo que consigues con esfuerzo lo disfrutarás más y será tu orgullo.
*Competencia siempre habrá. Tener pocos recursos económicos no es impedimento para no progresar. Da tu mejor esfuerzo y lógralo.
*Ejercitar el cerebro: acertijos, sudokus, rompecabezas, juegos de mesa, juegos de cartas y actividades parecidas aumentan la neuroplasticidad, lo que permite mayor capacidad para ver las cosas desde diferentes puntos de vista.
*Practicar la meditación: varios estudios muestran que con esta actividad se pueden controlar las propias ondas cerebrales y sentir lo que deseamos.
*Poner a prueba la mente: aprender un nuevo idioma requiere un aprendizaje acumulativo, que necesitamos una y otra vez. Hay que aplicar este concepto de aprendizaje acumulativo a la vida cotidiana y en el trabajo”.
Gary tiene razón. Son buenos consejos, sobre todo para los jóvenes. Me voy, cuídense.