El Chato Matta llegó al restaurante por una rica ocopa con huevito duro y aceituna. Después pidió un pollito a la naranja y calmó la sed con una chicha morada fresquecita porque el calor ya está fuerte. “María, me encontré en el sauna con el gran Pancholón, el abogado mujeriego que ya está viejo, pero sigue en las andadas con una y otra chica.
‘Chatito, la vida es una sola, estoy soltero y soy callejero. Jugué una pichanga en mi rico Telmo Carbajo. La Asociación de Abogados de Callao se enfrentó a los ‘sobrevivientes’ del Club Lawn Tennis y después nos escapamos a la discoteca de moda. Ni bien llegamos, Charles, Omar y Paulo, los bravos de N’Samble, le dedicaron a Pancholón la canción ‘El tun tun de tu corazón’…
‘Ven que te necesito, te necesito, te necesito, no quiero que tú te vayas, no quiero sentirte solo en la cama, te quiero hacer el amoooor, quiero sentirme dentro de tu corazón, y tú bien sabes que yo soy el hombre, que te quiere así, ven que te necesitooooo, te necesitooooo, Pancholóoooon, esa cintura cuando se menea, y yo estoy dentro de ti me hace enloquecer, háblame en el oído, dime cosas lindas, dime papi sí, aráñame toda la espalda, clávame las uñas con toda la pasión, quémame con tus gemidos, que con tus murmuros derritas mi amor, yo te necesito síiii, te necesitoooooo, esta cura que necesito tú me la puedas dar, eres la medicina, eres la enfermera de mi corazón, apriétame en tus senos y dame el tun tun de tu corazón, Pancholóoonnnnn… para el diario Tromeeeeeeee’.
‘Causita, los años no pasan en vano, salgo de La Posada molido, pero dejo bien a los varones. Hace poco me tocó una mujer muy difícil para conquistar, me obsesioné con ella, soñaba que era mía, pero es muy especial. Con el transcurir de varias salidas que tuvimos me di cuenta de que a ella le gustaba que le diga palabras muy sensuales, es por eso que esta canción, ‘El tun tun de tu corazón’, me hace recordar a esa linda mujer.
La verdad es que tuve que decirle palabras que no sentía. ‘Te amo’, le repetí, pero mi único propósito era estar con ella en la intimidad. Lo logré y después se me fue el encanto, pero ahora me arrepiento, pude tener algo serio con ella, pero la perdí por mi mala cabeza. Ahora me encerraré en La Posada con la grandota el 24, pero antes de la medianoche me baño y me voy a mi casita a comer mi pavo y dormir. No me gusta la Navidad’”. Pucha, ese señor Pancholón es un muy cochino y sinvergüenza. Encima, está mal de la próstata. Me voy, cuídense.
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