Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unos frejoles con seco de cabrito norteño. Para tomar pidió una jarrita de chicha morada. “María, las extorsiones no dejan de producirse en todo el país. Ya no son solo los venezolanos, también bandas peruanas están imitando a las extranjeras y pidiendo cupos, incluso a gente humilde, como los bodegueros o mototaxistas.
Hace poco agentes del INPE incursionaron en las celdas que los integrantes de la organización criminal venezolana ‘Los Hijos de Dios’ tenían en el penal de Ancón 1, y descubrieron que contaban con celulares, cargadores y una lista de números telefónicos con posibles víctimas de extorsión. Es decir, desde las mismas cárceles siguen con sus fechorías y no importa si están en Lima o en las alturas de la sierra.
Hace días, el temible delincuente ‘Mamut’, integrante del ‘Tren de Aragua’, preso en el penal de Challapalca, se comunicaba con sus huestes, incluso para amenazar a través de mensajes de voz. Hoy, el hampa es el principal problema de los peruanos, como lo fue el terrorismo en los años 80. Para derrotarlos necesitamos bastante inteligencia. El ex director general de la Policía, general en retiro, Eduardo Pérez Rocha, señaló que ahora cada unidad de investigación criminal de la Policía tiene su unidad de inteligencia operativa, por lo que pidió más personal, más logística y más dinero para que hagan trabajo de campo, pagar a los informantes y organizar operativos.
Eso no está pasando. El gobierno lo que hace es declarar Estado de emergencia, pero no es la solución porque siguen matando gente y extorsionando en distritos bajo esta medida como San Juan de Lurigancho, San Martín de Porres y Lince. En lugar de viajecitos, el Congreso y el Ejecutivo deberían dar más recursos a la Policía Nacional. Y pedir ayuda internacional. Para empezar, debe haber controles estrictos en las fronteras, para que no entren asesinos, violadores y otras lacras con total libertad, como viene ocurriendo. Y se deben hacer redadas todos los días para botar a los delincuentes extranjeros.
Suficiente tenemos con los hampones peruanos. Se deben modificar las leyes para que los agentes enfrenten con todo a los criminales. No puede ser que en las últimas horas, al mismo estilo del abatido sicario ‘Maldito Cris’, un ratero haya disparado a matar a dos serenos, que hubieran muerto sino tenían el chaleco antibalas puesto. Que no nos ganen la guerra.
Nada de pobrecitos con esas bestias. Ellos son los principales perpetradores de atentados a los derechos humanos. Estamos en una guerra. Hay que tener siempre en la mira que los honestos, trabajadores e inocentes están primero. Los llamados ‘progres’ piensan primero en el delincuente antes que en la víctima. Eso no puede ser”. Muy bien, Gary. Me voy, cuídense.
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