Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unos frijoles con seco de res, arrocito graneado, ensalada de cebolla y tomate y, para tomar, un emoliente friecito. “María, veo toda la destrucción y sufrimiento que ocasionan los huaicos e inundaciones en varias regiones del país y me da mucha pena, especialmente por las personas más humildes. Ante la pérdida de sus casas, sembríos o animalitos, tardarán hasta años en salir adelante. Lo harán, finalmente, porque el peruano el resiliente y luchador, pero a la mayoría les costará un esfuerzo tremendo y tardarán incluso varios años.
Mucho de lo que está pasando se podría haber evitado. Por ejemplo, los huaicos discurren por las mismas quebradas y a su paso se llevan casas, personas y animales. Por qué las autoridades no evitaron que miles de personas se establezcan en esos lugares. Lo mismo pasa con muchos puentes, que son mal construidos, o no los terminan o no les dan mantenimiento. Ante la advertencia de que pueden caer huaicos, incluso con meses de anticipación, las autoridades ni siquiera limpian el lecho de los ríos.
Son inevitables las lluvias, huaicos y crecidas de los ríos, pero con buenas autoridades muchas consecuencias que hoy padecemos se habrían evitado. Otro llamado es también a la población, que no cuida el medio ambiente. Es increíble que usemos los ríos para arrojar basura y desmonte. Los que hacen eso deberían estar presos. Tenemos que preocuparnos más de cuidar el agua, para que otros peruanos también la disfruten. Tampoco contaminemos el mar. Algunos consejos para proteger a la naturaleza:
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