Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante y, para recomponer el cuerpo tras un fin de semana agotador, pidió un poderoso sancochado con carne de res, choclo, nabo, papa y su rocotito, más una jarrita de emoliente al tiempo. “María, el repechaje ante Nueva Zelanda y la clasificación para el Mundial Rusia 2018 ha dado a los peruanos la oportunidad de conocer algunos aspectos destacables de estos dos países que deberíamos imitar. Por ejemplo, de los oceánicos nos llamó la atención que:
* Cuidan la hermosa naturaleza que los rodea. No depredan sus bosques ni hay minería ilegal que destruye para siempre el medio ambiente.
* Es el país menos corrupto del mundo. Allá, congresistas, fiscales, jueces, policías y prácticamente todo funcionario público no sabe lo que es una coima, ‘aceitada’ o ‘faenón’. Todos trabajan de manera honesta.
* Es un país seguro, por lo que es un excelente lugar para que los niños crezcan. No hay ‘marcas’, sicarios, secuestradores ni robacasas. Tampoco hay balaceras en las calles y puedes comer en cualquier restaurante sin temor de ser asaltado. No saben lo que son los ‘robacelulares’.
* Buenos colegios y hospitales. Los chicos reciben una educación esmerada, los profesores tienen buen nivel y son bien pagados. Los enfermos reciben buen tratamiento y atención.
* Bastante tranquilidad. Si te gusta la gente, puedes estar en ciudades como Wellington, Auckland y Queenstown. Pero si deseas paz total, la puedes encontrar en las ciudades más pequeñas. La gente vive más relajada, sin estrés.
Rusia, adonde muchos peruanos irán en junio para alentar a la selección, es un país con más contrastes:
*La gente no arroja la basura ni orina en las calles, que lucen bien porque todos cuidan de ellas.
* No hay delincuencia. No se ve a pistoleros matándose entre sí y nadie te roba el celular. Puedes dejar en la calle tu bicicleta o vehículo porque nadie se los llevará.
* Las personas no toman licor en la vía pública ni hacen escándalos.
* Existe la pena de muerte para los asesinos y para los que intentan matar a un policía, juez, fiscal o cualquier funcionario público.
Todos los países tienen cosas buenas y malas, así que debemos tratar de copiar lo mejor. Y en Nueva Zelanda y Rusia, que, por supuesto, tampoco son el paraíso, hay varios aspectos que tendríamos que seguir”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.