Mi amigo Gary llegó al restaurante por un seco de res con frijoles, arroz blanco graneadito, salsa criolla y una jarrita de chicha. “María, una de las principales responsabilidades de los padres es velar por la salud mental de sus hijos, su tranquilidad emocional y su desarrollo psicológico. Los niños no solo crecen en estatura, sino también interiormente. Necesitan ayuda, principalmente de sus padres, para alcanzar un bienestar y calidad de vida.
Los psicólogos afirman que la personalidad de los hijos tiene una base genética, una predisposición temperamental, pero esta se va moldeando de acuerdo a las experiencias, interpretaciones y emociones asociadas, que les permiten la construcción de la propia identidad. En este proceso, la autoestima es fundamental, pues ayuda a mejorar su desarrollo emocional y cognitivo, es decir, la parte que corresponde al conocimiento. Según diversos estudios, en la infancia se determina la personalidad y el bienestar integral en la vida adulta. Acabo de leer un interesante libro sobre este tema y aquí te dejo algunos consejos para que los puedas compartir con tus comensales.
1. Evita hacer comparaciones entre tus hijos, pues siempre habrá uno que saldrá perdiendo y se sentirá mal. Este tipo de mensaje es muy negativo para la autoestima de un niño, que siempre se sentirá a la sombra de uno de sus hermanos.
2. Los gestos de afecto y las muestras de cariño proporcionan inmediatamente bienestar emocional en un niño, incluso en un adolescente. Dile que lo quieres, nunca des por sentado que lo sabe, muéstrale tu cariño con palabras, gestos y acciones.
3. Además de ser divertidos, los juegos son un excelente estímulo para alimentar la autoestima de los niños. Juega con tus hijos y realiza actividades que fortalezcan los vínculos familiares como manejar bicicleta, caminar por el parque, ir a la playa, leer un libro o ver una película juntos.
4. Ten presente que los regalos de ninguna manera remplazan el cariño. Muchos padres compensan con obsequios el tiempo que no tienen para compartir con sus hijos, pero a largo plazo eso genera vacío emocional.
5. Los niños también pueden asumir responsabilidades acordes con su edad. Necesitan estar a cargo de tareas pequeñas en la casa. Ayudar en los quehaceres domésticos les enseña responsabilidad social y familiar. Además, les proporciona una sensación de logro y de orgullo, que les ayuda a adquirir más habilidades”.
Mi amigo Gary tiene razón. Me voy, cuídense.