Este Búho ingresa al túnel del tiempo. De niño, lo máximo para nosotros era que nuestros padres nos llevaran al circo, al cine, y no teníamos más distracciones que una pelota, una bicicleta, la playa y tres canales de televisión en blanco y negro. En uno de ellos se transmitía ‘El Tornillo’, un programa de humor, que le prendió el bichito de ser actor cómico a Adolfo ‘Papá’ Chuiman, el popular ‘Peter’ de ‘Al fondo hay sitio’. Él mismo me lo confesó en su ‘restaurante búnker’ de San Borja. Claro, Chuiman estudió e interpretó teatro serio, a García Lorca, Sófocles y Shakespeare.
‘El Tornillo’ fue el programa pionero que revolucionó la comicidad en el país a inicios de los años 70. Es más, lo hizo antes que el laureado programa estadounidense ‘Saturday Night Live’, que catapultara a la fama a cómicos legendarios de Hollywood como John Belushi, Chevy Chase, Jim Carrey y Gilda Radner. Me acabo de enterar que ha fallecido el gran actor cómico Álvaro González, quien precisamente destacó en ‘El tornillo’ en blanco y negro. El popular ‘Guayabera sucia’ pertenece a esa pléyade de grandes actores cómicos, que ya se han ido a hacer carcajear a San Pedro, como ‘Moncherí’, Alex Valle, ‘Pantuflas’, ‘Doña cañona’ Alicia Andrade, Esmeralda Checa, el ‘Loco’ César Ureta y tengo que parar porque de lo contrario no me alcanza la columna.
Pero no fue sino en los ochenta, en ‘Risas y salsa’ a todo color, cuando encarnó a su personaje más emblemático. Era ‘Guayabera sucia’ de ‘La banda del choclito’, el papel inolvidable de mi amigo de San Marcos, estudiante eterno de Economía, ‘Petipán’, que era el implacable líder de una pandilla de fracasados malhechores, entre ellos ‘Mapache’ y ‘Ojitos lindos’. Aún recuerdo la entrañable voz en off de Guillermo Rossini que decía: Panamericana Televisión presenta a ‘La banda del choclito’… ‘Guayabera Sucia es tan cochino, que…’.
Don Álvaro González pertenece a una época que ya fue. No me gusta acuñar la frase ‘todo tiempo pasado fue mejor’, pero les cuento que hace un par de días estaba con mi hijita y puse un canal de señal abierta, ¡¡a las 9 de la mañana!! Allí vi a una mujer que contaba, con lujo de detalles, que se acostó con varios hombres solo con la intención de ‘castigarlos’, filmarlos y luego chantajearlos. ¿Cómo queda, ante esto, la loable campaña para reivindicar la defensa de la mujer ante los abusos y violaciones? Los escolares están de vacaciones, la televisión entra gratis a todas las casas.
¿Alguien reclama por esto? Al toque hice ‘zapping’. Por primera vez, esa mañana, bendecí que mi hijita esté pegada a su Tablet viendo la serie ‘Yo soy luna’ de Disney. Y que no vea esta televisión tóxica. Solo me queda darle las gracias a ‘Guayabera Sucia’ por haber hecho reír sanamente a nuestra generación. A Adolfo ‘Papá’ Chuiman, Camucha Negrete, ‘Petipán’, y esos grandes cómicos que marcaron una época.
La nostalgia me invade al recordar esas grandes reuniones familiares, con papá y mamá, frente a un tremendo televisor Andrea. Ahora nuestros hijos se encierran en el dormitorio para vivir ese mundo donde no somos bienvenidos los mayores. Pero después de esta desagradable experiencia, prefiero que mi niña siga con ‘Yo soy luna’ y sus comunicaciones con sus amigos y amigas, antes que vea a seres humanos desnudando sus peores miserias por plata. Qué triste. Apago el televisor.
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