Este Búho se sorprende porque hay muertos que nunca mueren… para generar mucho dinero. Uno piensa en artistas plásticos, como Vincent van Gogh, que fallecieron en la miseria y ahora sus obras se venden en millones de dólares. Pero en el plano musical es Michael Jackson, el desaparecido ‘Rey del pop’.
Según algunos portales ingleses, la famosa y disfuncional familia Jackson, dividida durante mucho tiempo por rivalidades y egos, está a punto de enfrentarse entre sí en una batalla indecorosa por el legado financiero de Michael.
De un lado está Bigi, el hijo menor, apoyado por sus hermanos Jackson y Paris. Por otro lado, está la madre del ‘Rey del pop’, Katherine, de 93 años. Los hijos y la abuela se enfrentan en los tribunales sobre un acuerdo en el que Sony Music compró la mitad del catálogo de música de Jackson por al menos 600 millones de dólares.
Es cierto que cuando un músico muere trágicamente, de inmediato las ventas de sus discos se incrementan de manera superlativa, pero en el caso de Michael es alucinante. Ni siquiera sus escándalos judiciales en su momento mellaron la demanda de sus discos y videojuegos. Pero este Búho piensa y compadece a su hija Paris.
Estoy seguro de que ella hubiese preferido no recibir ni un dólar, pero que la imagen de su papá no se manche por las terribles acusaciones de pedofilia, que no se han acallado con su muerte sino que, al contrario, siguen apareciendo más testimonios, pues ya no están él ni sus cazurros abogados para ofrecer millonarios ‘arreglos extrajudiciales’ y librarse de las durísimas condenas.
Recuerdo de niño, y nunca me voy a olvidar, las mejores épocas de Michael Jackson cuando era la voz de los Jackson Five. Esos temas como ‘I’ll be there’, ‘Never can say goodbye’ o ‘Será que no me amas’. Se puede decir que ‘Jacko’ nunca disfrutó de su infancia, pues desde que tuvo uso de razón debió trabajar con sus hermanos mayores, los Jackson Five, donde curiosamente él era la primera voz, pese a ser el menor.
Dicen que habría sufrido abusos en esos años, por eso se sentía más seguro con la cantante Diana Ross, quien lo protegió desde niño y apoyó su carrera de solista en contra de todos los Jackson, padres y hermanos, que vieron que perdían a su mina de oro. Cómo no recordar ese primer álbum como solista, el extraordinario ‘Off the wall’, producido por Quincy Jones en 1979.
Esa canción ‘Don’t stop ‘til you get enough’ la bailábamos hasta el cansancio en los tonos de Mirones y Gerardo Manuel la ponía a cada rato en el programa de videos de Canal 7, ‘Disco club’. Michael era Michael. Con su África look, su nariz achatada. Era negro de nacimiento, pero todos nos sorprendimos cuando tres años después lo vimos con el pelo algo laciado y una nariz diferente.
También se había ‘aclarado’ un poco. Había empezado su proceso de ‘blanqueado’, pero su creatividad musical estaba al máximo. Hubo un antes y un después de ‘Thriller’, el disco más vendido en la historia de la música. Luego él se pondría ‘thriller’, se volvería ¡¡blanco!! y se hizo tantas cirugías y laciados que se convirtió en un monstruo al que se le caía la nariz a pedazos… pero esa es otra historia. Apago el televisor.
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